Un descomunal sismo que sacudió Marte en mayo de este año se considera el más poderoso registrado hasta ahora en el planeta rojo. Su intensidad fue al menos cinco veces más grande que el temblor poseedor del récord anterior.
El sismómetro a bordo del módulo de aterrizaje InSight de la NASA detectó el imponente evento, etiquetado como S1222a, con reverberaciones que duraron alrededor de 10 horas, comunicaron los científicos.
"Este fue definitivamente el mayor terremoto de Marte que hemos visto", dijo Taichi Kawamura, autor principal del estudio y científico planetario del Instituto de Física de la Tierra de París.
"La energía liberada por este solo martemoto es equivalente a la energía acumulada de todos los otros martemotos que hemos visto hasta ahora", apuntó el sismólogo John Clinton, del Instituto Federal Suizo de Tecnología, "y aunque el evento fue a más de 2.000 kilómetros de distancia, las ondas registradas en InSight eran tan grandes que casi saturaron nuestro sismómetro".
El nuevo análisis del sismo, publicado este miércoles en Geophysical Research Letters, fijó su magnitud en 4,7. El poseedor del récord anterior fue un temblor de magnitud 4,2 detectado en agosto del pasado año.
Cabe señalar que las magnitudes de los martemotos son comparables a las de los seísmos terráqueos. La duración de alrededor de 10 horas de las ondas de este martemoto récord constituye otra marca, pues ninguno de los anteriores excedió una hora.
"Por primera vez, pudimos identificar ondas superficiales moviéndose a lo largo de la corteza y el manto superior que viajaron alrededor del planeta varias veces", agregó Clinton. El sismo se originó cerca de la región de Cerberus Fossae, donde se ubica el módulo de aterrizaje InSight para monitorear las entrañas del planeta, y los científicos no lograron relacionar su epicentro con características geológicas conocidas, lo que sugiere que podría estar relacionado con algo escondido debajo de la corteza.
El martemoto combinó rangos de frecuencias altas y bajas, y los investigadores están desconcertados al respecto. Sin embargo, es posible que sismos de alta y baja frecuencia registrados previamente y analizados por separado puedan ser dos partes del mismo evento sísmico. Esto podría significar que los científicos deben repensar cómo se entienden y analizan los martemotos, lo que permitiría revelar aún más secretos que se esconden bajo la engañosamente tranquila superficie marciana.