Las autoridades de Japón adoptaron este viernes una nueva estrategia de seguridad nacional que incluye el derecho a lanzar contraataques contra el territorio del enemigo.
La cadena NHK señaló que los contraataques no serían preventivos y se realizarán solo con el objetivo de autodefenderse. Deben llevarse a cabo solo contra objetivos militares.
"Partiendo de un fortalecimiento básico del poder defensivo, debemos estar firmemente preparados para el peor escenario", reza la estrategia. Indicó que a largo plazo, en la próxima década, Tokio tiene el objetivo de desarrollar las capacidades que le permitan "interrumpir y derrotar las invasiones contra su nación mucho antes y a una distancia mayor". Al mismo tiempo, Japón quiere mejorar sus capacidades en el ámbito de espacio y ciberseguridad.
De acuerdo con la agencia, Japón planea gastar cinco billones de yenes (37.000 millones de dólares) para desplegar misiles extranjeros, incluidos Tomahawk de Lockheed Martin, para 2026. Paralelamente, el país quiere llevar a cabo el desarrollo de misiles guiados tierra-buque domésticos.
Otro cambio en la estrategia de seguridad nacional prevé el aumento de presupuesto de Defensa de Japón hasta el 2 % del PIB durante los próximos cinco años. De esta manera, si mantiene el objetivo, el presupuesto del país se podría convertir en el tercero más cuantioso del mundo.
Además, el documento tacha a China del "mayor desafío estratégico" para sus esfuerzos de garantizar la seguridad y estabilidad.
Respecto a la adopción del documento, el ministro de Asuntos Exteriores japonés, Yoshimasa Hayashi, declaró este viernes que su país se encuentra "en medio del entorno de seguridad más grave y complejo desde el final de la Segunda Guerra Mundial", y destacó la importancia de "mantener y desarrollar un orden internacional libre y abierto, basado en el estado de derecho".