A dos semanas de que concluya el mandato del presidente brasileño Jair Bolsonaro, se publicó este viernes una "instrucción normativa" que da luz verde a la tala en territorios indígenas incluso por parte de organizaciones de composición mixta, es decir, por personas no indígenas.
La medida que autoriza la denominada ordenación forestal sostenible entra en vigor dentro de 30 días, por lo que la nueva Presidencia de Brasil, en nombre de Luiz Inácio Lula da Silva, aún estaría a tiempo a revisarla, recogen los medios locales.
Por su parte, la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) se pronunció acerca de la decisión gubernamental, afirmando que se trata de un "viejo reclamo de diferentes etnias y redundará en una mayor autonomía de los indígenas", que además, permitirá ampliar la "generación de ingresos en los pueblos de manera sostenible".
Según el organismo, la medida "ayudará a combatir las actividades ilegales de deforestación en tierras indígenas". La FUNAI indicó que la tala forestal "ha sido estudiada durante más de una década por instituciones y entidades ambientalistas e indigenistas como una alternativa viable para la generación de ingresos y empleo en las comunidades indígenas".
Sin embargo, las entidades ambientales se posicionaron en contra de la nueva normativa, señalando que viola la Constitución Federal, que prohíbe la explotación de madera en tierras indígenas. Además, los expertos vaticinan que la medida dará margen al aumento de la deforestación y podría facilitar la actividad criminal.
A su vez, Juliana de Paula Batista, abogada del Instituto Socioambiental (ISO), denunció que en este caso se está hablando de "un flagrante intento de eludir la Constitución Federal y el Estatuto del Indio, que establecen que los recursos de los ríos, lagos y suelos pertenecen exclusivamente a los pueblos indígenas". Además, no se permite la "práctica de la caza, la pesca o la recolección de frutos, así como la actividad agrícola o extractiva" en tierras indígenas por parte de personas que no lo son.