El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, compartió en la noche de este viernes una sexta entrega de archivos sobre la censura ejercida en esa plataforma. El empresario se refirió esta vez a un hilo del periodista y escritor Matt Taibbi, quien sacó a la luz los vínculos de la red social con el FBI.
"El contacto de Twitter con el FBI fue constante y generalizado, como si fuera una subsidiaria", aseguró Taibbi en una de sus publicaciones, al precisar que "de enero de 2020 a noviembre de 2022 hubo más de 150 correos electrónicos entre el FBI y el exjefe de Confianza y Seguridad de Twitter, Yoel Roth".
El periodista indicó que "un número sorprendentemente alto" de esos 'mails' fueron solicitudes del FBI para que la plataforma "tomara medidas sobre la desinformación electoral, incluso acerca de tuits de chistes en cuentas con pocos seguidores". Taibbi afirmó que la injerencia de la inteligencia federal y de otras fuerzas del orden "incluyó al Departamento de Seguridad Nacional, que se asoció con contratistas de seguridad y grupos de expertos para presionar a Twitter para que moderara sus contenidos".
El 10 de noviembre de este año, la oficina del FBI de San Francisco envió un correo electrónico a sus "contactos de Twitter" para que actuaran contra varias cuentas que "potencialmente pueden representar violaciones de los términos de servicio" de esa red social, revela una de las publicaciones. En respuesta, empleados de la compañía se consagraron a "buscar razones para suspender" cuatro perfiles, incluso uno cuyos tuits eran "casi todos chistes".
"Otra carta interna, de enero de 2021, deja ver que ejecutivos de Twitter procesaron una lista del FBI acerca de tuits de 'posible contenido infractor'", dice el periodista al mencionar otros varios casos de intercambio de misivas entre el organismo de inteligencia policial y la red social. En una de esas ocasiones, Twitter respondió con una lista de cuentas contra las que tomó represalias, incluida la del actor Billy Baldwin.
"Los gobiernos estatales también determinaron el contenido", informó Taibbi. A manera de ejemplo, respaldado con capturas de pantalla, refirió un caso en el que ejecutivos de Twitter, tras recibir un alerta de funcionarios de California "a través del 'portal de soporte para socios', debaten si actuar acerca de un tuit de Trump".
"La conclusión: lo que la mayoría de la gente considera el 'Estado profundo' es en realidad una enrevesada colaboración de agencias estatales, contratistas privados y ONG (a veces financiadas por el Estado). Las líneas se vuelven tan borrosas que no tienen sentido", afirmó el periodista.
Después de esas revelaciones, Taibbi destacó en un 'post' separado que "en lugar de perseguir a los depredadores sexuales de niños o a terroristas, el FBI tiene agentes, muchos, que analizan y marcan en masa las publicaciones en las redes sociales". "No como parte de una investigación criminal, sino como una operación de vigilancia permanente y con un fin en sí mismo. La gente no debería estar de acuerdo con eso", concluyó.