Los misiles que Corea del Norte lanzó este domingo eran parte de una prueba final relacionada con el desarrollo de un nuevo satélite de reconocimiento militar, el cual se prevé que esté finalizado el próximo año, informó la agencia KCNA.
De acuerdo con la Administración Nacional de Desarrollo Espacial de Corea del Norte (NADA, por sus siglas en inglés), el ensayo tuvo lugar en las instalaciones de Lanzamiento de Satélites de Sohae, en el noroeste del país. El propósito principal de esta "importante prueba" era evaluar las capacidades fotográficas del dispositivo satelital, así como verificar tanto el sistema de transmisión de datos como el sistema de control terrestre, incluidos los comandos de control de fotografía y de altitud para varios tipos de cámaras.
La NADA precisó que el lanzamiento del "satélite de prueba" se realizó a una altitud de 500 kilómetros. Además, detalló que el aparato tenía instalada "una cámara pancromática para la prueba de resolución de 20 metros", al igual "que dos cámaras multiespectrales, un transmisor de video y transmisores y receptores de varias bandas, dispositivos de control y baterías".
Se prevé que los trabajos de preparación del satélite de reconocimiento militar se completen para abril de 2023. De acuerdo con medios surcoreanos, las imágenes que publicó la agencia KCNA corresponden a las ciudades de Seúl e Incheon, por lo que se piensa que fueron tomadas desde el satélite de prueba. Además, señalaron que también difundió la fotografía del cohete que se empleó en el ensayo.
Este domingo, Pionyang efectuó desde su territorio el lanzamiento de lo que fue calificado por militares surcoreanos y japoneses como dos misiles balísticos. Según el Ministerio de Defensa de Japón, ambos proyectiles volaron unos 500 kilómetros, alcanzando una altitud máxima de 550 kilómetros, antes de que cayeran finalmente fuera de la zona económica exclusiva japonesa.
Este año, Corea del Norte ha realizado una cantidad sin precedentes de pruebas de misiles, incluido un proyectil balístico intercontinental capaz de llegar al territorio estadounidense.
En tanto, Estados Unidos y Corea del Sur han ampliado sus ejercicios militares regulares y han presionado para reforzar aún más su capacidad de defensa conjunta frente al avance del programa nuclear de Pionyang.