Hungría se opondrá a cualquier integración internacional de Ucrania o a cualquier acuerdo bilateral significativo hasta que Kiev deje de suprimir los derechos de las minorías étnicas en su territorio, ha declarado el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
El jefe del Gobierno húngaro señaló en una rueda de prensa el miércoles que el "sistema político que existía en Ucrania antes de 2015 satisfacía a las minorías que vivían allí, incluida la húngara", que "había paz y no se perjudicaba a nadie".
"En 2015 les quitaron sus derechos y más de un centenar de escuelas son discriminadas permanentemente", dijo Orbán en aparente referencia al bloqueo de la enseñanza de idiomas minoritarios en las escuelas secundarias de Ucrania.
Ante estos hechos, sostuvo, "no facilitaremos la participación de Ucrania en ninguna integración internacional ni firmaremos ningún acuerdo bilateral sustantivo, mientras que no se resuelva este problema".
El primer ministro del país que forma parte de la UE reiteró su oposición a las sanciones antirrusas introducidas por el bloque. "Estamos en contra de la política de sanciones. Si dependiera de nosotros, no habría política de sanciones. Y si la hubiera sería mucho más concreta, precisa y mejor pensada", afirmó.
- Hungría se ha negado a suministrar armas a Kiev y ha criticado en reiteradas ocasiones las sanciones de la UE contra Rusia. El país centroeuropeo, que depende en gran medida de los suministros energéticos rusos, negoció una exención en lo referente a la aplicación del embargo parcial decretado por Bruselas contra el petróleo ruso. Asimismo, se le otorgó una exención a Budapest en la aplicación del tope al precio del crudo ruso acordado por la UE, el G7 y Australia.