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El Gobierno de Perú pide intensificar el diálogo con organizaciones para poner fin a las protestas
El ministro de Defensa, Jorge Chávez, afirmó a medios locales que trabajan en la identificación de "los responsables de azuzar a la población" en las movilizaciones.
El ministro de Defensa de Perú, Jorge Chávez, afirmó que la presidenta, Dina Boluarte, ha pedido al Gabinete priorizar el diálogo con las organizaciones sociales debido a que aún no cesan las protestas que se iniciaron tras la vacancia decretada por el Congreso contra el presidente Pedro Castillo y su posterior detención.
"Tanto la presidenta Boluarte como el primer ministro [Luis Alberto Otárola] nos han pedido intensificar el diálogo, porque este marco de violencia y esta crisis aún no se han cerrado, y todos, empezando por la presidenta, el primer ministro y los integrantes del Gabinete, estamos pendientes de esta situación", dijo Chávez en una entrevista con medios locales.
Pese a que algunas organizaciones sociales anunciaron una tregua en algunas regiones durante las festividades de Navidad y Año Nuevo, la posición del Gobierno de Boluarte es continuar el diálogo para menguar las movilizaciones.
"Esto nos debe llevar al desplazamiento de ministros y funcionarios a diferentes regiones donde existe esto [las protestas] para tratar de tranquilizar, explicar y satisfacer las demandas justas de la población, que han sido totalmente incumplidas", añadió el ministro.
Asimismo, Chávez afirmó que trabajan en averiguar "quiénes son los responsables de azuzar a la población y de dónde viene la cadena logística para ir soportando [las movilizaciones]".
Violencia en protestas
En el marco de la vacancia de Castillo y su condena a prisión preventiva por 18 meses, organizaciones sociales se movilizaron en diversas regiones de Perú para mostrar su apoyo al destituido mandatario.
En las protestas en las que intervinieron las autoridades se han registrado 27 personas fallecidas, mientras que cientos han resultado heridas.
El domingo 25 de diciembre, el Ejército desalojó con bombas lacrimógenas a manifestantes que habían tomado la planta de gas de Camisea del poblado de Kepashiato, en el departamento de Cusco. Este operativo dejó dos personas lesionadas.
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