Un operativo conjunto de la Policía Nacional y la Guardia Civil de España logró desarticular una banda criminal que operaba en la costa de Málaga y mantenía una red en Cádiz, en el sur del país, deteniendo a diez de sus integrantes, entre ellos a su líder.
Según explicaron autoridades policiales este lunes 2 de enero, la organización se dedicaba a realizar 'vuelcos', como se denomina al robo de droga a otras agrupaciones delictivas. Para ello "utilizaban armas de guerra y simulaban en los asaltos ser agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad".
La investigación que comenzó en junio de 2021 permitió determinar que el jefe de la banda era un inmigrante procedente del este de Europa, que siempre estaba armado y utilizaba varias identidades, ya que tenía documentos falsos de varias nacionalidades. Además, se mudaba con frecuencia y también cambiaba de aspecto físico para no ser identificado, por lo que se cortaba o teñía el pelo, o se dejaba la barba.
Durante la operación 'Sirena 21', los agentes lograron identificar y detener a ocho hombres, entre ellos al líder, y a dos mujeres en procedimientos realizados "en dos viviendas utilizadas como 'guarderías' de la droga" en los municipios de Estepona y Mijas.
Todos están acusados de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a una organización criminal, robo de vehículo a motor, falsedad documental y tenencia ilícita de armas. A seis de ellos, la Justicia ya les dictó prisión provisional.
Además, durante los procedimientos la Policía incautó "70 kilogramos de hachís, cinco vehículos —dos robados—, matrículas sustraídas, un subfusil, varias pistolas, abundante munición, documentos de identidad falsos y una serie de objetos para consumar los 'vuelcos' —uniformes, placas emblemas, balizas, dispositivos lanza destellos—", detallaron.