Este lunes comenzó en Argentina el juicio contra ocho jugadores de rugby acusados de matar a golpes y en manada a Fernando Báez Sosa, un estudiante de derecho de 19 años, en Villa Gesell, provincia de Buenos Aires, el 18 de enero de 2020.
Aquella noche, la víctima salió a bailar a una discoteca de la localidad, donde pasaba sus vacaciones. Horas más tarde, terminó muerto sobre una vereda a metros del lugar. Varios testigos y videos pudieron registrar lo ocurrido: el muchacho fue atacado por el grupo de deportistas, que no pararon de agredirlo hasta acabar con su vida.
En la primera jornada del juicio, el tribunal rechazó dos planteos de nulidad realizados por la defensa de los imputados, por lo que el debate que comenzó esta mañana continuará y no será suspendido.
Los atacantes de Báez Sosa, amigos y socios del club náutico Arsenal, de la localidad bonaerense de Zárate, enfrentan una acusación por el delito de "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", cuya pena podría ser cadena perpetua. Se trata de Luciano Pertossi, de 21 años y apodado 'Chano'; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23; Máximo Thomsen, de 23; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23, y Blas Cinalli, de 21.
"Nuestro corazón está destrozado"
Los padres de la víctima asistieron a la sesión en los tribunales de Dolores, provincia de Buenos Aires, donde se lleva a cabo el proceso judicial. "El primer día vamos a declarar para poder estar en la sala todo el juicio, pero no sabemos si vamos a poder aguantar tanto tiempo ahí porque es un momento muy duro recordar todo lo que le hicieron a mi hijo", dijo el padre del joven en declaraciones a la prensa.
En el mismo sentido, la madre añadió: "Nuestro corazón está destrozado. Fueron muy cobardes como atacaron a mi hijo y la herida es muy grande".
La fiscalía que interviene en el caso acusó hoy a los ocho imputados de ponerse "de acuerdo para darle muerte" a Báez Sosa, al atacarlo "por sorpresa" aprovechando "que se encontraba conversando en la vereda, distraído".
Por su parte, uno de los abogados que representan a los padres de la víctima reclamó cadena perpetua para los jugadores de rugby, a quienes acusó de cometer "una cacería humana", mientras que la defensa de los acusados solicitó la suspensión de juicio al considerar que no se respetaron las garantías constitucionales de los imputados durante la instrucción de la causa.