"Mató a mis amigos": Exjefe de Roscosmos envía al embajador francés la metralla del proyectil que lo hirió

"¿Qué hace Francia, qué hace usted en el conflicto que los políticos occidentales han fomentado entre los pueblos eslavos?", preguntó Dmitri Rogozin.

El exdirector de la agencia espacial rusa Roscosmos y líder de un grupo de asesores militares en Donbass, Dmitri Rogozin, envió este miércoles al embajador de Francia en Moscú, Pierre Lévy, la metralla del proyectil utilizado por el obús Caesar ucraniano, de fabricación francesa, que lo hirió en Donetsk el pasado 21 de diciembre.

Rogozin detalló que la metralla le "perforó el hombro derecho y quedó atascada en la quinta vértebra cervical a solo un milímetro" de matarlo o dejarlo inválido.

"Este proyectil disparado por un obús francés mató a dos de mis jóvenes amigos, dejando viudas a sus esposas y huérfanos a sus hijos. [...] Fueron asesinados por armas suministradas a Ucrania por su país", indicó Rogozin en una carta que fue publicada en su cuenta de Telegram. También señaló que cientos de civiles, incluidos niños, han perdido la vida por armas francesas y mercenarios franceses en Donetsk y otras ciudades cercanas al frente.

"¿Qué hace Francia, qué hace usted en el conflicto que los políticos occidentales han fomentado entre los pueblos eslavos? ¡Espero que comprenda el alcance de su responsabilidad personal en estos asesinatos!", subrayó. 

Asimismo, el exjefe de Roscosmos pidió al representante de la legación diplomática que entregue la metralla al presidente de Francia, Emmanuel Macron. Según Rogozin, "nadie eludirá su responsabilidad por los crímenes de guerra de Francia, EE.UU., el Reino Unido, Alemania y otros países de la OTAN en Donbass".

Todas las víctimas del conflicto ucraniano, así como "la aparición de la Ucrania fascista en el mapa de Europa" están "en la conciencia" de Occidente, continuó. "Acepte, señor embajador, mis muestras de respeto por su estatus diplomático, pero me temo que su misión ha fracasado", concluyó Rogozin, agregando que París "traicionó la causa del gran De Gaulle, se convirtió en uno de los Estados más sangrientos de Europa" y "se sometió al dictado de Washington, convirtiéndose en un Estado títere".