Las autoridades ecuatorianas han comenzado a implementar un novedoso método para la destrucción de droga decomisada, llamado encapsulamiento, en el que se mezcla el polvo de cocaína con cemento para fabricar bloques de hormigón, evitando que se recupere la sustancia ilegal.
El año pasado, Ecuador rompió un récord en incautación de drogas, con 201,3 toneladas confiscadas en 2022, según informó el ministro del Interior del país, Juan Zapata.
Así, con los niveles históricos de decomisos de sustancias ilícitas, la nación latinoamericana se ha convertido en el primer país que destruye cocaína a gran escala con el método de encapsulamiento, recomendado en 2020 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito como una forma viable para desechar estupefacientes y materiales tóxicos.
El proceso de destrucción de las drogas consiste en pulverizar los ladrillos de clorhidrato de cocaína en fragmentos diminutos, explicó Edmundo Mera, subsecretario de Control de Drogas del Ministerio del Interior ecuatoriano en una entrevista con InSight Crime.
Luego se mezcla la cocaína en polvo con cemento, sal, acelerantes químicos y otros materiales formando una especie de pasta. Finalmente, la mezcla se vierte en moldes para formar bloques de concreto y se deja secar para que se endurezca completamente, detalló el funcionario.
Mera también señaló que, hasta el 14 de octubre de 2022, Ecuador destruyó casi 180 toneladas de drogas, de las cuales el 61 % se lo realizó empleando esta técnica.