Una compañera de cuarto que sobrevivió la masacre de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho, ocurrida el pasado 13 de noviembre, ha revelado detalles del día que fueron asesinados a puñaladas Ethan Chapin, de 20 años, Madison Mogen de 21, Xana Kernodle de 20 y Kaylee Goncalves de 21.
"Creo que es beneficioso para el caso", manifestó el abogado Shanon Gray durante el programa 'Cavuto Live', de Fox News, al explicar que la compañera de habitación, identificada como D.M., "pudo dar alguna identificación adicional" sobre el sospechoso a la Policía.
La mañana del día de la masacre D.M., escuchó un llanto, abrió su puerta, que se encontraba en el segundo piso del edificio, y vio caminando hacia ella a una figura vestida de negro con una máscara que le cubría la boca y la nariz.
Durante el encuentro con el presunto asesino, la joven estaba "muerta de miedo", detalló el abogado. Tras esto, D.M. corrió a encerrarse en su habitación, pero pudo detallar que el presunto criminal era un hombre de aproximadamente 177 centímetros de altura, con un cuerpo no muy musculoso y cejas pobladas.
Tras largas investigaciones, la Policía detuvo el 30 de diciembre a Bryan Christopher Kohberger, de 28 años, en relación con la masacre. Los investigadores consideran que Kohberger, un estudiante de doctorado del Departamento de Justicia Penal y Criminología de la Universidad Estatal de Washington, situada no lejos de la Universidad de Idaho, irrumpió en la casa de los estudiantes "con la intención de cometer un asesinato".
La Policía también supo que el sospechoso tenía un Hyundai Elantra blanco, el mismo que los agentes creen que se encontraba en la zona de la casa de los jóvenes cuando ocurrieron los asesinatos.
"Quiero que este caso se vuelva más y más fuerte hasta el punto en que [el sospechoso] se dé cuenta de que no estará en el planeta mucho tiempo", dijo Steve Goncalves, padre de una de las cuatro víctimas, que exige la pena de muerte para Kohberger.