El tribunal de apelaciones de Rzeszów, en Polonia, ha rechazado la apelación presentada por los abogados del periodista español Pablo González contra la tercera prórroga de su prisión preventiva.
El reportero se encuentra preso en la cárcel de Radom desde el 28 de febrero de 2022, cuando fue detenido mientras cubría la crisis de refugiados en la frontera de Polonia, tras el inicio del conflicto militar entre Rusia y Ucrania.
Desde entonces cada tres meses se ha sucedido una prorroga de su prisión provisional. La última se produjo el pasado 24 de noviembre, que hará que González cumpla un año privado de libertad, decisión que fue recurrida por los letrados del periodista.
El reportero fue detenido por los Servicios de Seguridad Interior de Polonia. El servicio de contraespionaje le acusó de utilizar su trabajo de periodista para desempeñar actividades de Inteligencia para las autoridades rusas. Si González fuera condenado bajo esas acusaciones, podría enfrentarse a una pena de hasta diez años de cárcel.
Sin embargo, once meses después de su arresto, apenas se conocen detalles sobre la acusación que pesa sobre él, más allá de la denuncia de que habría estado aprovechando la naturaleza de su trabajo para pasar información a Rusia, sin detallar en ningún caso a quién se la facilitaba, ni qué tipo de información era o el modo y propósito de sus presuntas acciones.
González nació en Moscú y es nieto de un 'niño de la guerra', los menores que fueron enviados a la Unión Soviética para escapar de la Guerra Civil Española entre 1936 y 1939. Precisamente su defensa alega que la acusación solo se basa en su doble nacionalidad rusa y española.
Después se trasladó con su madre al País Vasco, en España, donde residente habitualmente, está casado y es padre de tres niños. Su esposa solo ha podido hacerle una breve visita el pasado mes de noviembre, debido al duro régimen de incomunicación parcial al que ha estado sometido.