Alto funcionario australiano revela que se disfrazó con un uniforme nazi
El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Dominic Perrottet, de 40 años, pronunció este jueves un discurso, en el que admitió haberse disfrazado con un uniforme nazi en su 21 cumpleaños y pidió disculpas a la población del estado australiano, y especialmente a la comunidad judía, informa The Sydney Morning Herald.
"Estoy profundamente avergonzado de lo que hice, y siento de verdad el daño y el dolor que esto va a causar a la gente de todo nuestro estado, y en particular a los miembros de la comunidad judía, a los supervivientes del Holocausto, a los veteranos y a sus familias", declaró Perrottet. El político describió su acto como "un terrible error de un joven de 21 años que no tenía profundidad ni aprecio" y subrayó que en aquel momento no comprendía la gravedad de su acción.
Perrottet decidió revelar el hecho, después de la llamada que recibió hace 2 días de un colega del gabinete, que tocó el tema de esa fiesta de disfraces. Al mismo tiempo, afirmó que "no era la persona que había sido a los 21 años", ya que la persona que es actualmente "está formada por las cosas buenas que hizo en la vida, no por los errores que cometió".
Reacciones
La rueda de prensa tuvo lugar casi 2 meses antes de las elecciones, programadas para marzo, en las que Perrottet concurrirá nuevamente por la coalición conservadora. A pesar de las posibles consecuencias negativas para la formación, sus representantes expresaron su apoyo al primer ministro. Así, el tesorero, Matt Kean, sostuvo que seguirá apoyando a Perrottet, y Mark Coure, ministro de Multiculturalismo, destacó que "sus palabras de hoy demuestran que reflexionó sobre el pasado, asumió sus errores, aprendió de ellos y está centrado en construir un futuro mejor en Nueva Gales del Sur".
Sin embargo, los líderes opositores aprovecharon la ocasión para pedir su dimisión y condenar sus acciones. La candidata independiente, Karen Freyer, dijo que creía que "no hay excusa" para llevar un uniforme nazi. Mientras, el ex primer ministro laborista de Nueva Gales del Sur, Bob Carr, declaró que Perrottet se convirtió en "inelegible" tras la confesión y agregó que el político "debe irse".
Previo al anuncio público, Perrottet se puso en contacto con los líderes de la Junta de Diputados Judíos de Nueva Gales del Sur, David Ossip y Darren Bark. En un comunicado conjunto ambos declararon que "el primer ministro era un firme partidario y amigo de la comunidad judía durante toda su vida pública, en particular como tesorero, se aseguró de que el Museo Judío de Sídney recibiera financiación para garantizar que pudiera seguir educando a la comunidad sobre el Holocausto y los horrores de la época nazi".