Fallece una reclusa condenada a muerte en Japón tras atragantarse mientras comía

Una reclusa condenada a muerte llamada Miyuki Ueta, de 49 años, falleció el sábado de la semana pasada tras atragantarse mientras comía en un centro de detención de Hiroshima, informan medios locales citando el Ministerio de Justicia de Japón.

El incidente ocurrió alrededor de las 16:20 (hora local). Cuando la mujer perdió el conocimiento, el personal del centro intentó quitarle la comida de la boca y llevó a cabo otras acciones de auxilio, pero no tuvieron éxito. Aproximadamente, dos horas más tarde se confirmó su deceso.

Desde el ministerio informaron que la causa de la muerte de la reclusa, que tomaba medicamentos debido a distintas enfermedades que padecía, fue asfixia. Cuatro días antes tuvo que ser llevada a un hospital tras desmayarse durante la comida.

Después de su muerte, el número de condenados a pena capital que permanecen en centros penitenciarios del país asiático se sitúa en 105.

Asesinato múltiple

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Según las sentencias de primera instancia, la exemplada de un bar drogó a un camionero llamado Kazumi Yabe, de 47 años, y lo ahogó en el mar en abril de 2009. Medio año después hizo lo mismo con el propietario de una tienda de productos electrónicos, Hideki Maruyama, de 57 años, para luego ahogarlo en un río.

En ambos casos la mujer utilizó pastillas para dormir para drogar, robar y asesinar a sus víctimas en la prefectura de Tottori. La autora de los hechos debía dinero a los dos hombres, por lo que los tribunales inferiores determinaron que llevó a cabo el homicidio múltiple para evitar saldar sus deudas.

Ueta defendió su inocencia, pero los veredictos se basaron principalmente en pruebas circunstanciales, entre ellas que la mujer fue la última persona en reunirse con las víctimas antes de que estas desaparecieran y fueran halladas sin vida.

Finalmente, en julio de 2017 la Corte Suprema de Japón respaldó los fallos de los tribunales inferiores, confirmando así la sentencia de muerte para la mujer, a la que acusó de haber cometido "crímenes crueles y premeditados basados en intenciones firmes de matar", detallando que tiene una "responsabilidad penal grave".