La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado este martes que se tomarán medidas para hacer de Europa un centro de tecnología limpia e innovación, en respuesta a la polémica Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. que busca acelerar la transición hacia una economía baja en carbono, recoge Reuters.
Durante el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), Von der Leyen anunció que la UE busca favorecer la industria verde de la región para evitar que las empresas se trasladen a EE.UU. Las acciones formarían parte del plan industrial Green Deal de la UE, cuyo objetivo es lograr emisiones netas cero de CO2 para 2050, mediante el uso de energías limpias e innovación industrial.
"Para ayudar a que esto ocurra, presentaremos una nueva Ley de Industria Cero Neto", dijo. "El objetivo será enfocar la inversión en proyectos estratégicos a lo largo de toda la cadena de suministro. Especialmente, analizaremos cómo simplificar y acelerar los permisos para nuevos centros de producción de tecnología limpia", añadió.
Además, manifestó que "Europa tiene lo que se necesita: talento, investigadores, capacidad industrial". Asimismo, sostuvo que "el camino hacia la energía neta cero será la mayor trasformación de nuestros tiempos" y que para mantener la industria europea atractiva, es necesario competir con las ofertas e incentivos disponibles fuera de la UE.
Estas declaraciones tienen lugar después de varios meses de enfrentamientos entre la UE y EE.UU. por la decisión que tomó Washington de conceder créditos fiscales a los ciudadanos que compren coches eléctricos fabricados en el país mediante la controversial ley IRA aprobada en agosto de 2022.
Nuevo fondo de respaldo
En ese sentido, con el fin de contrarrestar los riesgos de deslocalización de las subvenciones extranjeras, Von der Leyen propone implementar modelos sencillos de desgravación fiscal, así como también ayudas específicas para la producción en cadenas de valor estratégicas de tecnología limpia.
Sin embargo, señala que no todos los países europeos tienen capacidad para apoyar sus empresas y la ayuda estatal podría provocar la fragmentación, causando daño al mercado europeo.
"Para evitar un efecto de fragmentación en el mercado común y apoyar la transición hacia tecnologías limpias en toda la Unión, también debemos aumentar la financiación de la UE", resolvió, asegurando que a mediano plazo será creado un Fondo de Soberanía Europeo.