La oficina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), agencia regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ecuador, se pronunció en contra de un decreto emitido por el presidente del país suramericano, Guillermo Lasso, en el que se establece una reducción del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) a varios productos catalogados como perjudiciales.
Se trata del Decreto Ejecutivo 645, emitido el pasado 10 de enero, en el que el mandatario reduce el ICE a cigarrillos, tabaco, bebidas azucaradas y alcohólicas, entre otros productos.
Al respecto, la oficina de la OPS/OMS en Ecuador señala que el consumo de estos productos "está directamente relacionado a la epidemia de Enfermedades No Transmisibles (ENT)", como las cardiovasculares, respiratorias, el sobrepeso, la diabetes y cáncer.
La organización recuerda, de manera específica, que Ecuador es signatario del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, un instrumento jurídicamente vinculante que reconoce la importancia de las medidas impositivas a los productos de tabaco para la protección de la población.
Aunado a ello, señala que "el país tiene una fracción total impositiva respecto al precio de venta al público de cigarrillos que es inferior a las recomendaciones internacionales y a las vigentes en otros países de la región y el mundo".
De igual forma, dice la OPS/OMS, en materia de bebidas azucaradas, Ecuador "tiene una gravación impositiva por debajo" de varios países del continente.
Acerca de las bebidas alcohólicas, la organización recuerda que diversos estudios han demostrado la efectividad de las políticas de precio e impuestos para reducir su consumo y daños asociados, especialmente en la población de adolescentes y jóvenes.
Recomendaciones
Por todo ello, la OPS/OMS recomienda a Ecuador "reforzar las políticas tributarias" a productos de tabaco, bebidas alcohólicas y azucaradas.
Asimismo, propone al Parlamento la promulgación de una ley que considere el incremento de "impuestos saludables" hasta los niveles recomendados internacionalmente.
Esos impuestos saludables los define como aquellos que gravan productos cuyo consumo constituya un factor de riesgo importante para múltiples enfermedades.
"Su finalidad es desalentar su consumo y reducir la asequibilidad para alcanzar un mayor estado de salud de la población, reducir los costos de atención médica, incrementar la productividad laboral y generar ingresos fiscales estables", recalca la OPS/OMS.