El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró este miércoles en una rueda de prensa anual dedicada a los resultados del trabajo de la diplomacia del país en 2022 que el volumen de apoyo a Kiev demuestra que Occidente se ha jugado mucho en la guerra contra Rusia.
Lavrov denunció que Occidente intentó representar el conflicto en Ucrania como "el principal acontecimiento mediático, político y económico". Según el canciller ruso, países occidentales acusaron a Moscú de que "la llamada agresión contra Ucrania ha causado todos los males de la economía mundial".
Sin embargo, las estadísticas del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones internacionales muestran que "la crisis [económica] se estaba gestando mucho antes del inicio de la operación militar especial", resaltó el alto diplomático.
Asimismo, el canciller ruso aseveró que solo "los perezosos" no instan a iniciar negociaciones con Ucrania, mientras Washington dice cada vez que "no es el momento".
Entre otras cosas, Lavrov comentó la postura actual de Occidente y señaló que EE.UU. mantiene el rumbo "hacia el dictado en asuntos internacionales". También detalló que Washington cree que puede hacer todo lo que quiera "aunque sea en el otro extremo de la Tierra", mientras otros países no pueden hacer nada sin el consentimiento de EE.UU. "incluso en respuesta a amenazas directas a su seguridad".
El jefe de la diplomacia rusa, además, destacó que EE.UU. creó una coalición con el objetivo de dar una "solución final a la cuestión rusa" para que Moscú sea derrotada estratégicamente y "libra una guerra indirecta a través de Ucrania".
Al mismo tiempo, Occidente está creando "bloques militares" como AUKUS en el que "involucran activamente a Japón", indicó. "Japón se encamina de nuevo hacia la militarización", agregó.
El ministro manifestó que a estas alturas "ninguno de los políticos occidentales habla ya de otra cosa que no sean las sanciones" contra Moscú. Lavrov recordó las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien declaró este martes que las sanciones de la Unión Europea hundirán a Rusia, abocando su economía a "una década de recesión". "Se han quitado las máscaras", concluyó el canciller.
El "mejor momento" para Rusia y China
El canciller destacó que las relaciones entre Rusia y China atraviesan ahora su "mejor momento" en toda la historia. "Recuerdan cómo nuestros amigos chinos caracterizaban estas relaciones: que no es una alianza, una unión, pero en muchos sentidos son más robustas que una unión", remarcó Lavrov, que calificó los lazos entre ambas naciones como "de confianza y pragmáticos".
Sin embargo, el minsitro acusó a Occidente de intentar entorpecer el desarrollo de la cooperación entre Moscú y Pekín, lo que incluso se manifiesta en los documentos doctrinales de EE.UU., la Unión Europea y la OTAN. "Un pequeño detalle: nosotros somos vistos como una amenaza inmediata a la que hay que hacer frente lo antes posible, mientras que China es vista como un desafío a largo plazo, importante, serio y sistémico", dijo Lavrov.
El ministro recordó que Occidente ya recurre a las sanciones en su intento de contener a Pekín. En este sentido, enfatizó que las restricciones occidentales se aplicaron en relación con "todo lo que está relacionado con las posibilidades de China de producir semiconductores" para tratar de deshacerse de la dependencia del gigante asiático. Según Lavrov, tales medidas seguirán siendo impuestas, por lo que Rusia y China "paulatinamente" emprenden esfuerzos para reducir su dependencia de los "socios no fiables".