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Director ejecutivo de BlackRock: La narrativa sobre los criterios de inversión ESG se ha vuelto "desagradable"
Larry Fink asegura que hay personas que están tratando de demonizar la cuestión de la necesidad de invertir en factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
Larry Fink, director ejecutivo de la empresa de gestión de inversiones estadounidense BlackRock, considera que la narrativa sobre los criterios de inversión ESG —siglas en inglés que hacen referencia a los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo de las compañías— se ha vuelto "desagrable", según lo expresó en una entrevista concedida este martes a Bloomberg TV en el Foro Económico Mundial que se celebra estos días en la ciudad suiza de Davos.
"Por primera vez en mi carrera profesional, los ataques ahora son personales. Están tratando de demonizar las cuestiones", explicó. "Seamos claros, la narrativa es desagradable, la narrativa está creando esta gran polarización", añadió.
Este lunes, el magnate Elon Musk afirmó en su cuenta de Twitter que la letra 'S' en las siglas ESG (que se corresponde con 'social') significa en verdad "satánico", en respuesta a un mensaje sobre el tema publicado por Michael Shellenberger, que el año pasado participó en las elecciones primarias para ser gobernador de California.
"Me estoy tomando esto muy en serio", continuó Fink. "Estamos tratando de abordar los conceptos erróneos […] estamos haciendo todo lo posible para cambiar la narrativa", añadió, si bien admitió que está siendo una tarea difícil.
"Vender esperanza"
Por último, detalló que este trimestre planea escribir una carta a los líderes empresariales con "el concepto de esperanza". "BlackRock es una empresa que trata de vender esperanza, porque ¿por qué alguien pondría algo en una obligación a 30 años a menos que crea que algo es mejor en 30 años?", concluyó.
Fink se ha expresado abiertamente acerca de invertir con objetivos ambientales, sociales y de gobernanza, lo que ha convertido a su empresa en blanco de críticas, tanto de parte de quienes piensan que sus acciones están dañando la industria de los combustibles fósiles como de quienes creen que no está haciendo lo suficiente para responder al cambio climático.
La compañía con sede en Nueva York, cuyos activos bajo gestión se situaron en 8,59 billones de dólares a finales del mes pasado, invirtió en 2022 sumas récord de dinero en campañas políticas de EE.UU., puso en marcha una iniciativa publicitaria para explicar su negocio de administración de dinero para jubilados y atrajo cabilderos adicionales en Texas y Washington.
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