Las autoridades peruanas ordenaron el cierre del mundialmente conocido sitio arqueológico Machu Picchu y del camino inca que conduce a la ciudadela a partir de este sábado, en medio de las manifestaciones antigubernamentales que se han desatado por todo el país dejando decenas de muertos.
"Frente a la actual coyuntura social en la que se encuentra nuestra región y el país, se ha dispuesto el cierre de la Red de Caminos Inka y la 'llagta' de Machupicchu, desde el día 21 de enero de 2023 hasta nuevo aviso, para salvaguardar la seguridad de los turistas y la población en general", informó la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.
El organismo también señaló que "se brindarán todas las facilidades a los turistas nacionales y extranjeros que se vean afectados" por el cierre para que pudieran usar sus boletos una vez concluyan las movilizaciones sociales o solicitar la devolución.
Un día antes, en Cusco se reportó que el servicio de trenes hacia Machu Picchu permanece inoperativo por los daños en la línea férrea, dejando a al menos 350 turistas varados en la ciudadela inca.
Esta misma jornada, el Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu (Fredim) anunció el inicio de un paro indefinido, lo que implica el cierre de todos los locales comerciales para exigir la renuncia de Dina Boluarte como presidenta de la república, recoge la prensa local.
Protestas masivas en Perú
Desde que el pasado 7 de diciembre estallaron las movilizaciones por todo el país, se han reportado un total de 60 personas fallecidas. Por otro lado, la Policía Nacional informó que, a escala nacional, hasta el momento, hay más de 580 policías heridos, muchos de gravedad.
En Lima, a donde confluyeron miles de personas a pie y en autobuses provenientes de distintas regiones, se registraron nuevos enfrentamientos con oficiales, que utilizaron gases lacrimógenos para repeler a los manifestantes que les lanzaban piedras y palos.