La empresa de servicios petroleros SLB (anteriormente conocida como Schlumberger), que tiene su sede en Houston (EE.UU.) y está considerada la mayor del mundo en el sector, ha intensificado sus actividades en Rusia tras el inicio del conflicto en Ucrania y la salida de muchas empresas occidentales del mercado ruso, incrementando sus ganancias. Así lo reportó Reuters, que cita documentos de la compañía y a personas al tanto de las operaciones de SLB.
En marzo, la empresa, que en aquel entonces realizaba el mantenimiento de más de 150 instalaciones en las regiones de extracción de gas y crudo de Rusia y países de Asia Central, anunció sus planes de suspender nuevas inversiones y el despliegue de tecnologías en Rusia debido "a la inmensa preocupación" ante "la escalada del conflicto en Ucrania". Pese a que recibió fuertes críticas por no haber abandonado el mercado ruso, SLB expandió sus actividades en el país euroasiático y logró aumentar sus ingresos el año pasado.
Una de las razones que explica esta tendencia es la salida de empresas rivales, como Halliburton o Baker Hughes, que vendieron sus activos en Rusia en los últimos meses. Mientras, otro gigante del sector, la norteamericana Weatherford decidió no salir de Rusia, pero redujo su participación, rescindiendo contratos, algunos de los cuales SLB logró obtener, aunque se desconoce la cifra exacta.
En particular, los ingresos de la división de SLB para Rusia y países de Asia central crecieron un 25 % en el tercer trimestre de 2022, frente a los datos del trimestre anterior. Esto superó el crecimiento del 12 % y el 11 % de las filiales en los países de Asia y Oriente Medio y Norte de África, según los documentos examinados por Reuters. Por otra parte, la empresa espera contabilizar resultados récord para su división rusa en el cuarto trimestre de 2022.
Asimismo, Rusia representó el 6 %, es decir, 1.210 millones de dólares, de los ingresos totales registrados por la multinacional en los primeros nueve meses de 2022, según se desprende un documento reglamentario. La compañía, registrada en Curazao, país constituyente de Países Bajos ubicado cerca de las costas de Venezuela, tiene planes para impulsar sus negocios en Rusia el verano que viene.
Por otra parte, SLB contrató a 70 nuevos empleados en Rusia a finales de 2022, incluido personal para sus clientes, clave como las empresas rusas Gazprom o Rosneft, detalla Reuters con referencia a dos fuentes. En total, la compañía paga a unos 10.000 empleados en Rusia y Kazajistán, es decir, un 10 % de su mano de obra global.
Sin violar las sanciones
Los expertos entrevistados por la agencia señalan que SLB parece no violar las sanciones que vetan las transacciones financieras con Rusia, impuestas por EE.UU. y la Unión Europea. Entre otras razones, esto se debe a que las restricciones contra el sector energético ruso no van destinadas a reducir completamente la producción petrolífera de Moscú.
"El sector energético ruso no está sujeto a las sanciones exhaustivas, y cautelosamente, las empresas pueden cumplir con las prohibiciones o restricciones que puedan aplicarse a determinadas transacciones", explica Peter Kucik, exfuncionario de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro estadounidense, institución que administra las sanciones.