Tres versiones contradictorias dio Dani Alves al referirse a la causa en su contra por supuesta violación, motivo por el que el viernes 20 de enero fue detenido y recluido en el Centro Penitenciario Brians 1 de Barcelona, Cataluña (España). El futbolista pidió volver a presentarse ante la Justicia.
De acuerdo con su primera versión sobre lo sucedido en la noche del 30 de diciembre en la discoteca Sutton, de Barcelona, no conocía a la joven de 23 años que lo denunció por violación en uno de los baños del local. "No sé quién es esa señorita, no la he visto nunca en mi vida. No sé su nombre, no la conozco", se defendió en un primer momento en el interrogatorio, y agregó: "Me gustaría desmentirlo todo. Yo estuve en ese sitio, estuve con más gente disfrutando. Todo el mundo que me conoce sabe que me gusta bailar. Disfrutando, pero sin invadir el espacio de los demás. Siempre respetando el entorno".
Sin embargo, Alves luego cambió su versión de lo sucedido y reconoció que habían tenido relaciones sexuales. Ese no fue el único giro en su discurso ya que finalmente sostuvo que la joven fue quien se abalanzó sobre él.
Estas versiones contradicen la declaración de la denunciante, quien aseguró que el futbolista la obligó a ir al baño y la abofeteó antes de violarla.
Además, las explicaciones del deportista no coinciden con las grabaciones de las cámaras del boliche, ya que, según el informe oficial, las imágenes muestran que fue Alves quien insistió a la joven para entrar al baño de la sala VIP, donde estuvieron 17 minutos.
Aunque no hay filmaciones que puedan confirmar lo sucedido en el baño, la Justicia cuenta con el parte médico que detalla que la mujer sufrió lesiones leves compatibles con un forcejeo. También se espera el resultado de los análisis de las muestras biológicas y, además, la denunciante también aportó como prueba el vestido que llevaba el día de la presunta agresión.
En tanto, Alves pidió el domingo 22 de enero realizar una nueva declaración judicial.
La mentira del sueldo
Durante su presentación ante la jueza, a Alves le preguntaron cuánto cobraba en el Club Universidad Nacional, de México, y respondió que recibía 30.000 euros por mes. Sin embargo, la magistrada, que tenía el contrato en su poder, demostró que su sueldo era diez veces mayor: 300.000 euros mensuales.
La decisión de dictar prisión provisional sin fianza obedece al temor a que el detenido abandone España, ya que no tiene arraigo en el país, es brasileño y entre ambas naciones no hay convenio de extradición, y cuenta con una gran capacidad económica.