El presidente serbio, Aleksandar Vucic, sostuvo este lunes que Europa está "de facto" en guerra, aunque no quiera reconocerlo, y manifestó que el conflicto entre Rusia y Ucrania se ha convertido en uno de los mayores problemas para Belgrado.
"Precisamente por el hecho de que las circunstancias geopolíticas han cambiado, hay mucho nerviosismo. Europa está de facto en guerra, digan lo que digan", sostuvo el mandatario. "No hay tolerancia en ningún sentido [...]. Los Balcanes Occidentales y Serbia son su patio trasero, para que todo esté allí como ellos quieren", agregó.
Vucic aseguró que las hostilidades en Ucrania han puesto a Belgrado "en el radar de todos" debido a su negativa a la imposición de sanciones contra Rusia. Asimismo, el presidente serbio expresó su preocupación ante el hecho de que "ya no existe un enfoque racional" para resolver el problema.
"Esto es algo que vi en las conversaciones con los representantes de los países más poderosos del mundo [...] Me di cuenta de que el tiempo de la razón se acabó, nadie quiere escuchar", indicó Vucic. Según sus palabras, Occidente "tiene su propia agenda, que es la derrota de Rusia, y en esa agenda acabará con todo lo que se interponga en el camino".
Esta misma jornada, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que todas las acciones de Kiev cuentan con el apoyo de los países occidentales, por lo que la "guerra" contra Rusia preparada por Occidente "ya no es híbrida, sino casi real".
"Cuando hablamos de lo que está ocurriendo en Ucrania, estamos hablando de que ya no se trata de una guerra híbrida, sino casi de una guerra real, que Occidente ha preparado durante mucho tiempo contra Rusia", dijo el canciller ruso durante una rueda de prensa.