El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, declaró que después de la decisión de Washington de suministrar tanques estadounidenses a Ucrania, las negociaciones con Kiev, así como con "sus titiriteros" occidentales, "no tienen sentido".
"En las circunstancias actuales, cuando Washington ha anunciado la decisión de suministrar tanques y sus vasallos, incluida Ottawa, compiten sobre quién y en qué cantidad suministrarán a Ucrania vehículos blindados, especialmente los viejos, no tiene sentido hablar no solo con los nazis ucranianos, sino tampoco con sus titiriteros", dijo el alto diplomático en una entrevista con RIA Novosti.
Según el vicecanciller ruso, EE.UU. no solo es el principal responsable de la crisis ucraniana, sino también su primer beneficiario, ya que considera a Ucrania como un campo de pruebas para los productos de su industria militar.
"Al quitarles equipos militares a los aliados y enviarlos 'para su reutilización' al teatro de operaciones militares ucraniano, los estadounidenses esperan imponer a los europeos nuevos contratos multimillonarios para la compra de sus productos militares", explicó Riabkov. "Se trata de un juego cínico que, estamos seguros, acabará mal para quienes ahora lo practican con entusiasmo", agregó.
Tanques para Ucrania
A finales de enero, EE.UU. aprobó el envío de 31 tanques Abrams M1 a Ucrania y lo dio a conocer el mismo día que Alemania anunció su decisión de entregar a Kiev 14 carros de combate Leopard 2A6.
Asimismo, Berlín autorizó a otros países para que suministren al Ejército ucraniano sus propios tanques Leopard, de fabricación alemana.
Moscú está abierta a estudiar "cualquier iniciativa seria"
Asimismo, Riabkov reiteró que Moscú está dispuesta a "estudiar cualquier iniciativa seria para resolver la crisis ucraniana", mientras que los países occidentales "son ridículamente ignorantes" y todavía ninguno de ellos ha formulado adecuadamente una propuesta para poder llegar a un acuerdo.
El viceministro ruso también considera que tras las recientes revelaciones de la excanciller alemana Angela Merkel, el expresidente francés François Hollande y el ex primer ministro británico Boris Johnson sobre la falsedad de los acuerdos de Minsk y el proceso de Normandía, las ilusiones sobre la mediación occidental deberían desvanecerse definitivamente.
Revelaciones de los exlíderes europeos
A finales del año pasado, Merkel admitió que el objetivo de los acuerdos de Minsk era intentar "darle tiempo a Ucrania para volverse más fuerte", explicando que en 2014 la OTAN no podía suministrar Kiev tantas armas como ahora.
Por su parte, Hollande respaldó las palabras de la canciller germana y afirmó que el hecho de que Kiev "haya reforzado su postura militar" y ahora su Ejército "esté mejor entrenado y equipado" es mérito de los acuerdos de Minsk.
Johnson, a su vez, calificó la semana pasada de "simulación diplomática" el formato del Cuarteto de Normandía, que incluía Rusia, Francia, Alemania y Ucrania, y fue creado para la resolución de la crisis ucraniana.