El Ejército de Reino Unido ya no es considerado como una fuerza de nivel superior, según afirmó un alto general estadounidense al secretario de Defensa británico, Ben Wallace, de acuerdo a varias fuentes de defensa citadas por Sky News.
"No tiene el nivel uno. Apenas es de nivel dos", evaluó en privado el general norteamericano a Wallace el otoño boreal pasado, utilizando los términos usados para medir el poderío de las fuerzas armadas, siendo el nivel uno aplicado a las fuerzas de Estados Unidos, Rusia, China y Francia, y el nivel dos a las de Alemania e Italia.
Las fuentes señalan que décadas de recortes del presupuesto británico de defensa en favor de proyectos no militares han erosionado las capacidades de combate del país, e instaron a que se revise esta política de manera urgente en el contexto de la operación militar rusa en Ucrania.
Una de las fuentes citadas por el medio describió al Ejército británico como "un servicio entero incapaz de proteger al Reino Unido y a nuestros aliados durante una década".
Reino Unido juega un papel primordial en el apoyo occidental a Ucrania frente a Rusia y ha sido el primer país en comprometerse a enviar tanques de fabricación occidental a Kiev. En este contexto, el medio advierte que mientras Londres gasta sus reservas a favor de Ucrania, sus propias Fuerzas Armadas agotarían todas sus municiones en el curso de "unos días" en caso de tener que entrar en combate.
Al mismo tiempo, el reporte alerta de su incapacidad de defender el cielo británico ante el nivel de ataques con drones y misiles que tiene lugar en Ucrania.
Además, subraya que la mayoría de los tanques y vehículos blindados de Reino Unido fueron construidos entre 30 y 60 años atrás y no se prevén sustituciones completas en los próximos años.
El medio calcula que el Ejército británico tardaría entre cinco y diez años en poder disponer de una división de combate de entre 25.000 y 30.000 militares respaldada por tanques, artillería y helicópteros. Asimismo, apunta que el 30 % de sus fuerzas de alta disponibilidad son reservistas, que serían incapaces de movilizarse dentro de los plazos definidos por la OTAN.
El pasado 14 de enero, el primer ministro británico, Rishi Sunak, confirmó en una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, que Londres tenía la intención de proporcionar a Kiev una pequeña cantidad de tanques Challenger 2.
En respuesta, Moscú declaró que los suministros de Reino Unido a Ucrania no cambiarán la situación en el campo de batalla, sino que prolongarán el sufrimiento del pueblo ucraniano.