"Esto es un ultimátum": el director de cine Emir Kusturica condena la propuesta de la UE sobre Kosovo
Occidente está chantajeando a Serbia con el asunto de Kosovo y no se detendrá aunque sean aceptadas sus exigencias, afirmó el laureado director de cine serbio Emir Kusturica en declaraciones al diario ruso Izvestia.
La presión sobre Belgrado se produce en medio del conflicto entre Moscú y Occidente y forma parte, a una escala mayor, de una lucha que dura siglos entre las grandes potencias por el control del acceso a los mares cálidos, apunta Kusturica, quien considera que el momento elegido para el acuerdo diseñado por la UE para Serbia y la autoproclamada república de Kosovo está directamente relacionado con estas hostilidades en curso.
"Este acuerdo de chantaje llegó en un momento en el que el conflicto entre Ucrania y Rusia está cambiando, en el que los rusos están avanzando. Quieren incendiar los Balcanes y los están llevando a un punto en el que la elección es o bien una cosa o bien la otra. Esto es un ultimátum, no un acuerdo", criticó Kusturica, advirtiendo que aceptar el acuerdo solo conduciría a nuevos ultimátums y expresando su confianza en que Belgrado nunca aceptará tal propuesta.
El acuerdo, presentado el año pasado, prevé acelerar el proceso de adhesión de Serbia a la UE a cambio de que Belgrado reconozca de facto la independencia de Kosovo. Esto sería posible si el país aceptara la pertenencia de la provincia separatista a organizaciones internacionales como la ONU, la UE y la OTAN. Hasta ahora, Serbia, candidata para la membresía de la UE desde 2012, se ha resistido a este escenario, pero Occidente la ha seguido presionando al respecto.
La semana pasada, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, lamentó la falta de voluntad de Occidente para buscar cualquier compromiso y denunció que la negativa a aceptar la propuesta impulsada por Alemania y Francia supondría para su país la paralización de todos los procesos de integración europea, la reimposición de un régimen de visados, el cese de nuevas inversiones y la retirada de todas las actuales.
"Tenemos la siguiente opción: por un lado, el aislamiento, sanciones de un tipo u otro, pero no hay peores sanciones que la retirada de inversiones, sobre la que se me ha hablado directamente tres veces", declaró Vucic.
Kosovo se separó de facto de Serbia durante una guerra a finales de la década de 1990, después de que la OTAN, liderada por Estados Unidos, emprendiera una campaña de bombardeos contra el país en 1999.
Washington y muchos de sus aliados reconocieron a Kosovo como Estado soberano después de que su Parlamento votara a favor de declarar la independencia formal en 2008, pero Serbia y una serie de naciones, como Rusia, China o España, rechazan hacerlo.