Un estudio de vasijas de un taller de momificación del Antiguo Egipto aportó una visión completamente nueva de las sustancias utilizadas para preservar los cuerpos humanos en esa época, según un artículo publicado este miércoles en la revista Nature.
Algunos de estos 'ingredientes' eran tan exóticos que se traían desde bosques tropicales de Asia, así como de la cuenca del Mediterráneo y posiblemente desde África, evidenciando la existencia de una red global comercial en aquellos siglos.
Para llegar a tal conclusión, un equipo internacional de científicos alemanes y egipcios analizó residuos químicos de 31 vasijas halladas en un lugar de embalsamamiento en el sitio arqueológico Saqqara, cercano al El Cairo. El taller está ubicado cerca de la pirámide de Unis y fue descubierto en 2016. Allí se encontraron numerosos recipientes de cerámica bien conservados de los siglos VII y VI a. C., donde muchos de ellos incluso tenían etiquetas con contenidos e instrucciones.
Así, los investigadores pudieron demostrar por primera vez cómo y con qué sustancias los antiguos egipcios embalsamaban a sus momias. "Estos hallazgos permiten releer textos conocidos sobre el embalsamamiento del Antiguo Egipto", señaló uno de los científicos participantes, Philipp Stockhammer, de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich (Alemania), citado por el portal Aussiedlerbote.
A través del análisis químico, los especialistas pudieron extraer e identificar los residuos moleculares de los compuestos que alguna vez estuvieron en cada vasija y los resultados sorprendieron a los científicos.
"Durante mucho tiempo, la sustancia que los antiguos egipcios llamaban 'antiu' se traducía como mirra o incienso. Pero ahora pudimos demostrar que contiene una cierta mezcla de ingredientes completamente diferentes, que pudimos descifrar empleando cromatografía de gases y espectrometría de masas", detalló el líder del proyecto, Maxime Rageot, de la Universidad de Tübingen (Alemania). En concreto, el 'antiu' de Saqqara ha resultado una mezcla de aceite de cedro, enebro o ciprés y grasas de origen animal.
Además, se ha descubierto que la sustancia conocida como 'sefet' es producto de una mezcla de grasa animal con varios aceites o resinas vegetales.
La resina de lentisco y el aceite de ricino, por otro lado, se usaron exclusivamente para la cabeza de los difuntos, otras sustancias se usaron para el hígado, y otras se empleaban "para una piel hermosa".
"Por su nombre, muchas de estas sustancias de embalsamamiento se conocen desde el desciframiento de la escritura egipcia antigua [en el siglo XIX]", explicó Susanne Beck, jefa de excavación de la Universidad de Tübingen. "Pero qué sustancia se escondía detrás de cada nombre, solo podíamos suponer", agregó.
"Nos sorprendió especialmente que la mayoría de las sustancias utilizadas en el embalsamamiento no procedieran del propio Egipto, sino que en parte se importaran de la región mediterránea e incluso de África tropical y el sudeste asiático", comentó Stockhammer.
Esta dimensión del comercio internacional en aquella época era previamente desconocida. Así, el estudio permite reconstruir las redes comerciales que proporcionaban a los embalsamadores del Antiguo Egipto los elementos necesarios para la momificación.