Fiscales alemanes no encuentran pruebas de implicación de Rusia en las explosiones del Nord Stream

Los gasoductos submarinos fueron blanco de sabotaje en septiembre pasado, por lo que Occidente y Moscú intercambiaron acusaciones mutuas al respecto.

Los investigadores alemanes no han encontrado evidencia de que Rusia estuviera detrás de las explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, ocurridas en septiembre pasado, afirmó el fiscal general de Alemania, Peter Frank, en declaraciones al periódico Welt am Sonntag.

"Esto no se puede probar en este momento", señaló el funcionario, añadiendo que las investigaciones están en curso y actualmente todos los materiales recabados con ayuda de dos barcos de investigación están siendo evaluados "desde el plano forense".

Para los estudios se tomaron en cuenta muestras de agua y suelo, al igual que restos de las tuberías dañadas. Además, se documentó exhaustivamente la escena del delito, detalló Frank.

Los investigadores de Berlín están en contacto con sus homólogos de Suecia y Dinamarca, que también llevan a cabo sus pesquisas. Precisamente en las zonas económicas exclusivas de los dos países nórdicos se localizaron los focos del sabotaje que liberó cientos de millones de metros cúbicos de gas natural en el agua y la atmósfera.

En cuanto a los gasoductos, la propia investigación de la empresa operadora, Nord Stream AG, localizó varios cráteres de entre 3 y 5 metros de profundidad en el fondo del mar Báltico, donde ocurrieron las explosiones de las tuberías del Nord Stream 2, que estaba listo para su puesta en marcha, y una de las líneas del Nord Stream 1 que suministraba gas natural a Alemania desde 2011. Además, un tramo de la tubería afectada por la explosión estaba completamente destruido. 

El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de "tonterías" las acusaciones por parte de Occidente de que la propia Rusia podría estar detrás de las detonaciones. A su juicio, lo sucedido fue "un evidente acto terrorista". El mandatario indicó también que el incidente fue beneficioso para EE.UU., que ahora "puede suministrar recursos energéticos a precios más altos".