Armie Hammer confiesa que fue abusado a los 13 años y tuvo pensamientos suicidas tras escándalos

"Usaba a la gente para sentirme mejor", dijo el actor al romper el silencio después de varias acusaciones de abusos sexuales.

El actor estadounidense Armie Hammer ha roto su silencio sobre las acusaciones de abusos sexuales que empezaron a ver la luz hace dos años y que le costaron su carrera en el cine, tras ser apartado de todos los proyectos en los que estaba trabajando.

En marzo de 2021, una expareja de Hammer, identificada como Effie, lo denunció por violación. En una entrevista exclusiva con Air Mail, el intérprete ha negado que cometiera algún crimen y asegura que se trató de lo que describe como "una escena no consensual consensuada" en la que ella "planeó todos los detalles".

Sobre las acusaciones de otras dos exnovias, Courtney Vucekovich y Paige Lorenze, el actor señaló que "las dinámicas de poder" en esas relaciones estaban "desequilibradas". "Tenía mujeres jóvenes de veintitantos años y yo tenía 30. En aquella época era un actor de éxito. El solo hecho de estar conmigo les hacía felices y habrían dicho que sí a cosas a las que, tal vez, no habrían dicho que sí por su cuenta", dijo.

"Estoy aquí para reconocer mis errores, para responsabilizarme del hecho de que fui un estúpido y un egoísta que usaba a la gente para sentirme mejor", expresó.

Asimismo, reveló que a los 13 años sufrió los abusos sexuales de un cura durante casi un año, una experiencia traumática en la que sitúa el origen de su interés por las prácticas de sumisión y dominación sexuales conocidas como BDSM. "Eso hizo que la sexualidad entrara en mi vida de una forma en la que estaba completamente fuera de mi control", recordó. "Me sentía impotente ante la situación. No podía hacer nada. Entonces mi interés pasó a ser: sexualmente, quiero tener el control en la situación", explicó.

El intérprete de 'Llámame por tu nombre' también reveló que cuando en 2021 fue acusado de abusos sexuales por varias mujeres llegó a contemplar la posibilidad de suicidarse. "Me adentré en el océano y nadé tan lejos como pude, esperando ahogarme, ser arrollado por un barco, o ser devorado por un tiburón", relató. "Entonces me di cuenta de que mis hijos seguían en la orilla, y que no podía hacerles eso", agregó.

Hammer admitió que le sirvió mucho la rehabilitación de drogas y alcohol que empezó en mayo del mismo año y asegura que ahora es "una persona más sana, feliz y equilibrada".