Legisladores suizos se oponen a la devolución de tanques retirados del servicio a Alemania

Las decenas de blindados pesados son parte de la "reserva estratégica" del país, argumenta un comité de la Cámara Alta.

El comité de política de seguridad de la Cámara Alta del Parlamento suizo ha desestimado una iniciativa parlamentaria sobre la devolución de tanques alemanes dados de baja a Berlín y otra sobre la reexportación de armas suizas por terceros países a Ucrania.

Suiza utiliza tanques Leopard 87, que son su propia versión del Leopard 2. Un total de 96 blindados pesados han sido retirados del servicio y se encuentran almacenados en depósitos. La mayoría de ellos se produjeron en Suiza bajo licencia alemana, pero el primer lote se fabricó en Alemania en 1987.

Algunos diputados suizos habían sugerido devolver a Berlín 30 de los carros de combate retirados, justo una semana después de que Alemania anunciara su decisión de enviar 14 tanques Leopard 2 de sus propias reservas a Kiev, para ayudar en el conflicto contra Rusia.

El viernes, la mayoría del comité de seguridad declaró que los tanques retirados del servicio "representan una reserva estratégica y deben preservarse", en lugar de devolverlos a su fabricante. En este sentido, argumentó que los carros de combate aún podrían utilizarse para equipar batallones suizos o como fuente de piezas de repuesto para la actual flota, reza el comunicado.

El organismo también rechazó una petición para modificar la Ley de Material Bélico y permitir la reexportación de armas suizas a Ucrania. En la actualidad, la ley prohíbe a otras naciones la reexportación de cualquier equipo militar suizo o piezas de repuesto, a menos que se incorporen a productos militares de otros países o si su papel no es relevante.

En su decisión el comité indicó que hacer una excepción con Ucrania "violaría el principio de igualdad de trato [a otras naciones] consagrado en la Ley de Neutralidad".

Al mismo tiempo, el organismo apoyó la idea de relajar las restricciones a la reexportación, limitando a cinco años el plazo durante el cual otras naciones no podrían enviar armas suizas a terceros países. La exención solo afectaría a 25 socios suizos, entre ellos Alemania, Italia, Francia, Japón y Estados Unidos.

No obstante, estos países deberían seguir comprometiéndose a no vender armas de fabricación suiza a naciones "implicadas en conflictos armados internos o internacionales, en los que se violen gravemente los derechos humanos o en los que exista el riesgo de que el equipo militar en cuestión se utilice contra la población civil", indica la declaración.

A pesar de sumarse a las sanciones antirrusas por el conflicto en Ucrania, Suiza ha mantenido una política neutral en lo que respecta al suministro de armas. Así, Berna rechazó las peticiones de Berlín para que suministrara municiones a Kiev, y declinó una solicitud de la OTAN sobre el tratamiento de ucranianos heridos.