El ayatolá Alí Jameneí, líder supremo de Irán, accedió a suavizar las condenas e indultar a decenas de miles de personas que participaron en las protestas antigubernamentales que estallaron a finales de septiembre después de que la joven de 22 años Mahsa Amini muriera bajo custodia policial tras ser detenida por no vestir adecuadamente el hiyab.
La amnistía coincide con el 44 aniversario del triunfo de la Revolución Islámica y los festejos del mes Rayab del calendario musulmán, detalla la agencia estatal IRNA.
Sin embargo, aquellos inculpados por asesinato, espionaje, contacto directo con los servicios de inteligencia extranjeros, así como por destrucción y quema de edificios estatales, militares y públicos no podrán acogerse a la amnistía.