EE.UU. mantiene consultas con sus aliados después de que su Ejército derribara un globo chino el pasado sábado frente a la costa este del país, declaró este lunes el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
De acuerdo con sus palabras, Washington se encuentra en negociaciones con sus aliados "compartiendo información, compartiendo notas, asegurándonos de que entienden la información que tenemos en nuestra posesión, entienden la base de nuestras acciones". "Este va a continuar siendo nuestro enfoque […] en los próximos días", destacó.
Price afirmó que globos de este tipo fueron detectados sobre cinco continentes. "Es un desafío al que una serie de países en el mundo han sido sometidos", dijo, sin ofrecer detalles al respecto.
El vocero afirma que China "sabe perfectamente qué era" ese objeto, así como también "sabe perfectamente por qué estaba en nuestro espacio aéreo, […] sabe perfectamente qué estaba haciendo sobre Estados Unidos". Al ser preguntado si se trataba de "un accidente o incompetencia", el portavoz dijo que "esas explicaciones suenan huecas para nosotros". "Suenan tan huecas como la idea de que era una especie de globo meteorológico", agregó.
Además, Price comentó el viaje del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, pospuesto tras el incidente. "No hemos tenido conversaciones en este momento sobre la reprogramación del viaje", indicó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China publicó el pasado domingo un comunicado en el que expresó su "fuerte insatisfacción y protesta" por el derribo de su globo aerostático, reiterando que no se trataba de una aeronave espía, tal y como sostiene Washington.
"China ha informado repetidamente a la parte estadounidense de que la aeronave es de naturaleza civil y entró en EE.UU. por causas de fuerza mayor, lo que constituyó una situación puramente accidental. China ha pedido claramente a la parte estadounidense que gestione el asunto de forma adecuada, con calma, profesionalidad y moderación", subrayaron desde la Cancillería.
Asimismo, acentuaron que "la insistencia" de Washington en acabar con el aparato por la fuerza "es una clara reacción exagerada y una grave violación de la práctica internacional". Pekín también asegura que defenderá "resueltamente los derechos e intereses legítimos de las empresas afectadas", al tiempo que no descarta tomar "otras respuestas necesarias".