El oficialista Frente de Todos (FdT), alianza política que gobierna Argentina desde diciembre de 2019, se prepara para una 'mesa nacional' con vistas a definir las estrategias electorales de cara a los comicios nacionales de octubre.
Bajo un clima de disputas internas, y sin haber logrado superar varios problemas socioeconómicos en más de tres años de gestión, el presidente Alberto Fernández convocó a los principales dirigentes políticos, sociales y sindicales del país a reunirse el próximo 16 de febrero en la sede nacional del Partido Justicialista (peronismo), en Buenos Aires.
Ya se ha confirmado que habrá ausencias de peso. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner no asistirá a la cita, al igual que su hijo, el diputado Máximo Kirchner, aunque ambos enviarán representantes. Tanto la titular del Senado como su hijo han hecho públicas declaraciones que expresaban disconformidad con la forma de gobernar del presidente, a quien piden ser más agresivo con los poderes económicos, sobre todo para abordar temas escabrosos y problemáticos para el país, como es el caso de la inflación.
"Como presidente del PJ, el partido más importante de nuestra coalición de Gobierno, he decidido convocar en los próximos días a la conformación de una mesa que diseñe las reglas electorales del Frente y la estrategia a seguir con miras a las distintas elecciones de este año", publicó el mandatario el domingo desde su cuenta de Twitter.
Un intento por recuperar la unidad
Luego de varios cruces discursivos entre el kirchnerismo, el Frente Renovador que encabeza el ministro de Economía Sergio Massa, y los sectores más confluyentes con el presidente dentro del Frente de Todos, Fernández busca generar acuerdos para "no volver al pasado".
Pero lo cierto es que la alianza está resquebrajada y se prevé una competencia ardua para definir a los principales candidatos. Del otro lado, el macrismo acecha para retornar al poder aunque tampoco tendrá una interna pacífica, a juzgar por los frecuentes roces de sus referentes. El crecimiento del liberal de ultraderecha Javier Milei también es un asunto que preocupa al peronismo.
"Es mi intención que los referentes que confluimos con miradas diversas en el peronismo, junto a referentes del Frente Renovador y de otras fuerzas políticas que participan del espacio, establezcamos las reglas de competencia que sostengan la unidad que nos lleve a la victoria", indicó Fernández en su invitación.
Fuego amigo
El otro nombre que genera cortocircuitos en el FdT es el de Eduardo Enrique de Pedro. El ministro del Interior, hombre cercano y fiel a la expresidenta y líder del kirchnerismo, ya no oculta sus diferencias con el mandatario, quien al ser consultado sobre los últimos roces respondió tajante: "Yo sé con quiénes puedo gobernar y con quiénes no".
De Pedro se había molestado porque fue excluido de una actividad con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuando este visitó Argentina para la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Sin embargo, ante el revuelo mediático que se generó, prefirió bajarle el tono a la tensión interna.
"No es mi intención seguir abonando a esa polémica", dijo el ministro desde su cuenta de Twitter. Y añadió: "Los que tenemos responsabilidades políticas debemos aportar sensatez, porque hay cosas más importantes en juego: seguir recuperando la economía, mejorar el poder adquisitivo de las y los argentinos y resolver los problemas de la gente".
El desafío de definir candidaturas
En la misma entrevista en la que le consultaron al presidente Fernández sobre el tema, en Urbana Play, le preguntaron si volvería a compartir fórmula electoral con Cristina Kirchner, y esto respondió: "Yo sé que con Cristina tengo diferencias, pero también sé que los dos queremos lo mismo. Finalmente nosotros podemos tener diferencias, lo que no tenemos es derecho a dividirnos".
Por otro lado, valoró la figura de Sergio Massa, un moderado dentro del peronismo que, si termina bien su gestión en la cartera de Economía, podría atraer votos de sectores indecisos o moderados.
"Sergio [Massa] ha sido muy valioso en este tiempo. Tengo una eterna gratitud hacia Sergio. Cada vez que enfrenté conflictos internos difíciles siempre estuvo al lado mío ayudándome. Massa nunca se paró enfrente a tirarme piedras", reconoció, dando a entender que con él sí se puede gobernar.
Así las cosas, el próximo 16 de febrero el Frente de Todos intentará acercar posiciones para recomponer la alianza con la que logró vencer a Mauricio Macri, y empezar a perfilar a los posibles candidatos de cara a agosto, cuando se desarrollarán las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Cristina Fernández ya avisó que no será candidata "a nada" cuando culpó al Poder Judicial de querer "proscribirla", luego de ser condenada por la causa de corrupción conocida como 'Vialidad'. Cuenta con el apoyo del kirchnerismo duro y varios dirigentes del FdT, pero también su figura genera rechazo en los sectores de derecha y otros de centro o menos politizados.
El presidente tiene la intención de ser reelecto, pero su imagen y su gestión, con una pandemia en el medio y habiendo heredado un endeudamiento récord, no lo ayudan. Massa sería tal vez la carta que cuenta con mayor respaldo, pero no todos olvidan que confrontó en su momento con la expresidenta, y hasta mantuvo un acuerdo político con Macri en 2013, cuando era diputado del Frente Renovador, para "ponerle un freno al kirchnerismo".
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