Fernández, Petro y políticos de la UE instan a "una solución pacífica y duradera" del conflicto en Ucrania

Las hostilidades entre Moscú y Kiev permitieron a EE.UU. "revivir el antiguo papel de la OTAN" y aumentar la influencia sobre Europa en el marco de su "disputa hegemónica" con China, afirmaron.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, junto a la ministra española de Derechos Sociales, Ione Belarra, y el diputado francés Jean-Luc Mélenchon, abogan por las negociaciones para conseguir "una solución pacífica y duradera" del conflicto en Ucrania.

"Pedimos redoblar los esfuerzos diplomáticos para establecer un alto el fuego", manifiestan en un artículo conjunto publicado por Le Monde el viernes. En su opinión, las hostilidades entre Moscú y Kiev permitieron a Washington fortalecer y "hacer revivir el antiguo papel de la OTAN", además de aumentar su influencia sobre Europa en el marco de su "disputa hegemónica" con China.

Asimismo, afirman que el conflicto también ayudó a EE.UU. a "potenciar sus exportaciones de gas y petróleo extraídos mediante técnicas insostenibles, como el 'fracking' [fractura hidráulica]". 

Los cuatro políticos aseveran que la situación en Ucrania fomenta "la política de los bloques" y la militarización, aumentando los gastos militares de los Estados, y al mismo tiempo generando "enormes ganancias" para la industria armamentística.

"El conflicto parece cronificarse y continuar acentuando las crisis globales", consideran los autores. En este contexto, recuerdan que el mundo ya estaba golpeado por "la emergencia climática" y "el impacto de la pandemia" cuando las hostilidades hicieron "estallar los precios de la energía y los alimentos, dificultando el acceso a ellos y aumentando la pobreza y las desigualdades entre los países".

De acuerdo con sus palabras, el escenario internacional necesita "políticas globales que redistribuyan la riqueza y los recursos, con políticas fiscales justas que ayuden a fortalecer los sistemas de protección contra crisis". "Finalmente, debemos fortalecer los mecanismos de diálogo y resolución pacífica de conflictos, las políticas de construcción de paz y trabajar por un modelo de convivencia pacífica que promueva el desarme, la desmilitarización y la prohibición de las armas nucleares", concluyen.