El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha asegurado que su país está al borde de un "colapso social y constitucional", durante un discurso pronunciado este domingo desde su residencia, en Jerusalén, informan medios locales.
"Siento, todos los sentimos, que estamos en un momento previo a una confrontación, incluso una confrontación violenta", declaró el mandatario. "El polvorín está a punto de explotar y hermanos están a punto de alzar sus manos contra hermanos", añadió.
El político del Partido Laborista Israelí pidió a sus compatriotas que, bajo ninguna circunstancia, cruzaran la línea roja de la violencia, sobre todo contra servidores públicos y funcionarios electos, recordando que las amenazas contra su nación desde el exterior "son lo suficientemente grandes".
En este contexto, indicó que la reforma al sistema judicial que desde hace tiempo persigue la derecha israelí es comprensible. Herzog explicó que un sector político siente que se ha desarrollado un desequilibrio entre las ramas del Gobierno y que "se han cruzado los límites" al respecto a lo largo de los años.
"Amenaza real"
"Millones de ciudadanos aquí, junto con judíos de la diáspora y grandes partidarios de Israel en todo el mundo, ven la reforma como una amenaza real para la democracia israelí", continuó, detallando que esa gente teme que el cambio "borre y elimine todos los controles y contrapesos", así como que "no quede nadie para proteger" a la ciudadanía del poder del Gobierno.
Herzog afirmó que es posible llegar a un compromiso amplio y propuso un plan de cinco puntos como base general para un acuerdo, que incluye elaborar una nueva Ley Básica con rango constitucional y aliviar "la carga judicial" de los jueces.
Actualmente, el Gobierno del país hebreo impulsa una legislación que pretende reformar el sistema jurídico, limitando significativamente el poder del Tribunal Superior de Justicia. Esto permitiría a los legisladores anular fallos judiciales con una mayoría mínima y que ministros del Gobierno designen a sus propios asesores jurídicos.
Las propuestas han generado un gran rechazo en numerosos sectores de la sociedad israelí y han dado lugar a masivas manifestaciones en Tel Aviv y otras ciudades importantes. Una de las huelgas está prevista para este lunes.