Nicola Surgeon ha dimitido como primera ministra de Escocia (Reino Unido), según el anuncio realizado durante una rueda de prensa que se celebró este miércoles en Bute House, su residencia oficial, ubicada en Edimburgo.
"En mi cabeza y en mi corazón sé que el momento [para salir] es ahora, que sería lo correcto para mí, para mi partido y para el país. Por eso, hoy anuncio mi intención de dejar el cargo de primera ministra y líder de mi partido", declaró Sturgeon.
La política tiene 52 años y ha sido miembro del Parlamento escocés desde 1999. En 2014, reemplazó a Alex Salmond como líder del Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) y de esa nación constituyente del Reino Unido.
Sturgeon ha anunciado su decisión de renunciar después de tener un momento inusualmente turbulento, escribe Bloomberg. Si bien el Partido Nacional que ella dirige todavía domina la política escocesa, se dividió ante el bloqueo que impuso Londres en enero pasado a un controvertido proyecto de ley de autodeterminación de género, aprobado por el Parlamento escocés.
Sin embargo, la propia jefa del Gobierno territorial descartó que su decisión se hubiera tomado a causa de problemas provisionales. La dimisión, cree Sturgeon, dejará al partido "elegir aquel camino que considere correcto" y corregir el rumbo político actual.
En su opinión, habría que apuntalar la tendencia independentista resolviendo las contradicciones que hay al respecto en la sociedad. Un nuevo líder, del que no se ha consolidado una visión en la opinión pública, podría hacer mejor esta tarea. Mientras tanto, la primera ministra permanecerá en su cargo hasta que el SNP elija a un nuevo líder, algo en que puede tardar varios meses.
Escocia organizó un referéndum sobre su independencia con la autorización de Londres en 2014, pero la mayoría de la población se pronunció en contra. Dos años más tarde, el Reino Unido votó a favor del Brexit y el SNP argumenta que en ese plebiscito la mayoría de los escoceses expresaron la voluntad de permanecer en la Unión Europea. Una de las principales tesis defendidas por los opositores a la secesión en 2014 era que una Escocia independiente no podría ingresar en la UE.
Sturgeon dijo en enero que quería que las próximas elecciones generales del Reino Unido o las próximas elecciones parlamentarias escocesas se convirtieran en un plebiscito de hecho sobre la salida de ese país. En octubre pasado, propuso celebrar un segundo referéndum de autodeterminación este año, detallando que, si el Tribunal Supremo del Reino Unido emitía un fallo favorable, la votación se celebraría el 19 de octubre de 2023.
Pero el alto tribunal dictaminó que ese territorio no tenía la potestad de organizar otro referéndum de independencia, una medida que ha sido bloqueada por el Gobierno del Reino Unido. Sturgeon dijo que quería que el SNP participara en las próximas elecciones generales como un referéndum de facto, pero ha habido cierta oposición a dicho plan en el seno de su formación política.