Lavrov sobre las explosiones en Nord Stream: Alemania quedó en la posición de "satélite de EE.UU."
Desde septiembre del año pasado, las autoridades rusas no han recibido respuestas de Suecia ni de Dinamarca relacionadas con la investigación de las explosiones en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, lamentó este miércoles Serguéi Lavrov. En particular, el canciller ruso, explicó que, pese a que los embajadores rusos se lo recuerdan a los primeros ministros de ambas naciones una vez al mes, Moscú sigue sin recibir notificaciones, ni siquiera las más básicas acerca de si sus peticiones fueron al menos recibidas.
El ministro ruso de Exteriores calificó esta actitud de "grosera" y dijo ver detrás de ella "el total fracaso de los intentos de zanjar la responsabilidad de Occidente colectivo, encabezado por Estados Unidos, en este sabotaje, en la organización de este ataque terrorista".
En su encuentro con los representantes de la prensa extranjera, Lavrov se refirió al material del periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh, según el cual, el objetivo de las explosiones en los gasoductos pasaba por "no permitir que Alemania se sienta en una zona energética confortable".
"Del mismo modo que hace años descubrieron que la Agencia de Seguridad Nacional [de EE.UU.] pinchaba el teléfono de Angela Merkel —un hecho que no requería de investigación y que fue reconocido por todos— y la canciller alemana se comportó, no como una líder del principal país de la Unión Europea, sino como la jefa del Gobierno de una potencia ocupada, esto se repite ahora de forma aún más pronunciada", denunció el ministro ruso.
"A Alemania no solamente la humillaron, la pusieron en su lugar, en el lugar de satélite de EE.UU., que va a decidir si Alemania puede garantizar su desarrollo económico y satisfacer las necesidades sociales de sus ciudadanos mediante el uso del gas proveniente del gasoducto que la propia Alemania ya había pagado", afirmó.
Lavrov también recordó que "Europa siempre vivió más tranquila" cuando las relaciones entre Moscú y Berlín estaban a la altura, mientras que los que se veían más preocupados eran "quienes querían dar órdenes a Alemania desde el otro lado del océano o el canal de la Mancha".
"No han permitido el crecimiento de Alemania como principal potencia europea, más que nada gracias a los recursos energéticos baratos y seguros de Rusia, a precios totalmente asequibles que garantizaban el crecimiento de la economía alemana", resumió.