La directora de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Anne Milgram, pidió al Gobierno mexicano que "haga más" en la cooperación con EE.UU. para detener el tráfico de fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina.
"Creemos que México tiene que hacer más para detener el daño que se está causando [el fentanilo]", señaló Milgram durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, agregando que "no están recibiendo información sobre incautaciones de fentanilo y precursores".
La agencia apunta al Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como los principales actores criminales que "dominan la cadena global de fentanilo" usando precursores químicos importados desde China para producir la droga en laboratorios clandestinos.
En este sentido, Milgram expresó su preocupación al respecto y destacó la oferta de una asociación entre la DEA y las autoridades mexicanas para desmantelar estos recintos.
La directora de la agencia antidrogas instó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a establecer como "máxima prioridad" la lucha contra estos cárteles y a tomar el ejemplo de sexenios pasados cuando se logró el desmantelamiento del Cártel de los Zetas entre 2012 y 2015.
Por otro lado, la funcionaria reveló que la DEA no está satisfecha con el total de extradiciones realizadas desde el país vecino de personas acusadas de delitos relacionados con las drogas.
"Algo que estamos buscando es que México arreste y extradite a más personas a EE.UU.", manifestó Milgram, agregando que "el año pasado, México extraditó a 24 acusados relacionados con las drogas a EE.UU., pero hay 232 acusados relacionados con las drogas que están esperando la extradición".
Por su parte, Todd Robinson, encargado de la oficina antidrogas del Departamento de Estado, aseguró que en las conversaciones que ha tenido con la nación latinoamericana, "México está dispuesto a hacer más", sin embargo, piden "que asigne más recursos a este esfuerzo".
En diciembre, la DEA informó que el año pasado se incautaron más de 379 millones de dosis potencialmente mortales de la sustancia. En enero, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) indicaron que casi 107.000 estadounidenses murieron como resultado de una sobredosis en 2021, lo que supone un aumento del 16 % si se compara con las casi 92.000 personas que perdieron la vida por esta causa en 2020. El fentanilo se encuentra entre las principales sustancias a las que se atribuyen estas cifras.