Desde que se informó este miércoles sobre los pagos que el Fútbol Club Barcelona realizó a lo largo de varios años a José María Enríquez Negreira, entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol, más detalles se han ido conociendo en las últimas horas.
Enríquez Negreira y su hijo, Javier Enríquez Romero, además de diferentes autoridades del club azulgrana de las últimas dos décadas, han ido dando su versión de los hechos. La mayoría de ellos también han declarado ante la Fiscalía de Barcelona, el órgano que se encuentra investigando estos pagos.
¿Cómo se destapó el escándalo?
La noticia saltó este miércoles, cuando se conoció que la Fiscalía de Barcelona abrió una investigación a raíz de una inspección de la Agencia Tributaria que detectó irregularidades en varios ejercicios fiscales, entre los años 2016 y 2019.
Durante esos años, el FC Barcelona pagó casi un millón y medio de euros a la agencia de publicidad DASNIL 95 S.L., propiedad de José María Enríquez Negreira, exárbitro de la primera división española y quien durante esos años era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
Su hijo, Javier Enríquez Romero, era el administrador único de la empresa, cuya facturación cayó fulminantemente, hasta poco más de 7.000 euros, a partir de 2019, cuando dejó de tener ingresos provenientes del club azulgrana, precisamente cuando Enríquez Negreira dejó de ser vicepresidente del CTA.
¿Por qué se pagaba a Enríquez Negreira?
El propio Enríquez Negreira explicó que su trabajo consistía en asesorar verbalmente al club de fútbol, recomendando como se debían comportar los jugadores ante cada árbitro, recoge la Cadena Ser. Según su versión, nunca favoreció al Barcelona a través de ninguna decisión o designación arbitral.
Sin embargo, su hijo declaró que sí se entregaban informes escritos a los responsables de la entidad deportiva, para la que reconocen que trabajaban en exclusiva.
En el año 2016, el FC Barcelona pagó 532.728,02 euros a DASNIL 95; en el año 2017, 541.752 euros; y en 2018, 318.200 euros.
¿Cuánto tiempo duraron los pagos?
El Barcelona estuvo haciendo pagos por estos 'informes técnicos' al menos durante 17 años, según comentó a el diario El Mundo Josep Maria Bartomeu, quien fuera presidente del club entre 2014 y 2020.
"La primera factura que consta en el club es del año 2001, con Joan Gaspart de presidente. Cuando Joan Laporta ganó las elecciones en 2003 ya existía este servicio. Me dijeron que no hay facturas anteriores a 2001. No había por qué guardarlas. Pero me han dicho que esto viene de la época de la presidencia de Josep Lluís Núñez [presidente del Barcelona entre 1978 y 2000]", reseñó Bartomeu al periódico.
Sin embargo, Joan Gaspar, presidente de la entidad deportiva entre 2000 y 2003, ha negado tener conocimiento sobre este asunto.
Bartomeu confirmó que existen los informes físicos y que existen videos elaborados por el propio Javier Enríquez en los que "analizaba las jugadas donde hubiera algún acierto o error arbitral". Sin embargo, negó cualquier trato de favor: "Nunca hablé nada con él [Enríquez Negreira] de arbitrajes. De hecho, nunca hablé con ningún árbitro sobre temas de arbitraje", sostiene.
¿Por qué dejaron de hacerse los pagos?
Según todos los testimonios, los pagos se realizaron hasta el año 2018. En ese año la Agencia Tributaria comunicó sus sospechas al FC Barcelona y el club deportivo prescindió de los servicios de DASNIL 95 en junio, justo un mes antes de que Enríquez Negreira abandonara su cargo de vicepresidente en el Comité.
Sin embargo, la versión dada por Bartomeu difiere, y en la decisión de rescindir de dichos servicios no tendría nada que ver la actuación del órgano tributario español. Según Bartomeu, el entonces director deportivo y el CEO del club azulgrana decidieron reducir gastos en el área deportiva, convirtiendo este servicio externo en un servicio interno.
¿Cuál fue la respuesta de Enríquez Negreira al finalizar los pagos?
El jueves a última hora el diario El Mundo publicó en exclusiva un burofax que el José María Enríquez Negreira remitió a Bartomeu cuando se le comunicaron el fin de las relaciones laborales en 2018. En él Negreira escribe que "si no hay acuerdo, saldrán todas las irregularidades".
Además, el entonces vicepresidente del CTA amenaza con destapar un gran "escándalo" y contar "sin miramientos las irregularidades del club que había conocido y vivido de primera mano".
Este periódico también eleva los emolumentos que habría recibido Enrique Negreira hasta los 6.659.488 euros, sin IVA, desde el año 2001, sosteniendo que el primer pago se habría realizado en 2001 por valor de 135.288 euros.
¿Qué dicen otros implicados?
Al respecto, Joan Laporta, actual presidente del FC Barcelona, justificó los pagos sosteniendo que se trataban de servicios de un consultor externo para informes técnicos sobre jugadores de categorías inferiores, así como asesoramiento arbitral, algo "muy habitual en los grandes clubes". "No es casualidad que salga ahora", agregó Laporta, quien también lideró la institución deportiva entre los años 2003 y 2010.
Además, el directivo sostuvo que "cualquier interpretación tendenciosa, que insinúe cosas que no son, tendrá la respuesta proporcional y adecuada del club". "Nos reservamos todas las acciones que hagan falta para defender el honor del FC Barcelona y sus intereses", afirmó en una grabación difundida por el club.
¿Cómo reaccionó la Real Federación Española de Fútbol?
Después de todos los datos conocidos, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) inició un requerimiento de información reservada tanto a los responsables del CTA como del FC Barcelona. A través de un comunicado, indicó que se personará en los posibles procedimientos judiciales que se sigan de este asunto.
Además, aseguró que "en el momento en que se disponga de la información suficiente, la RFEF adoptará las medidas correspondientes dentro del marco de legalidad que debe imperar en todas estas situaciones".
Por su parte, el Comité Técnico de Árbitros emitió a su vez un comunicado lamentando "los comportamientos que puedan ser susceptibles de atentar contra la ética del estamento". "Ningún árbitro en activo o miembro de los órganos del CTA puede desarrollar labor alguna que sea susceptible de entrar en conflicto de intereses", sostiene la entidad, que se pone "a disposición de la Justicia".
Precedente de corrupción en el fútbol
Si se confirmaran que los pagos realizados son irregulares y que se daban a cabio de que el equipo sea beneficiado arbitralmente, las consecuencias podrían ser muy graves.
El ejemplo más cercano se encuentra en Italia en 2006. Tras destaparse la trama de corrupción, la Juventus de Turín fue descendida a la Serie B, cuya competición empezó con una penalización de 30 puntos, se le retiraron los títulos de los dos años anteriores y tuvo que abonar una multa de 120.000 euros. El club fue acusado de influir en los árbitros para ganar partidos durante la temporada anterior (2004-2005).
La trama se conoció como 'Moggigate' o 'Calciopoli' y las pruebas se sustentaron en llamadas telefónicas interceptadas que llevó a la Federación Italiana de Fútbol a acusar a varios clubes, unas acusaciones que fueron avaladas por la justicia.