El Ministerio de Comercio de China ha impuesto sanciones a las multinacionales estadounidenses Lockheed Martin y Raytheon Technologies, por estar involucradas en la venta de armas a Taiwán, según un comunicado publicado este jueves en su página web.
Concretamente, Pekín ha incluido a esas dos empresas dedicadas a la industria aeroespacial y militar en su lista de entidades no confiables "con el fin de salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo".
El texto indica que a partir de ahora, tanto Lockheed Martin como Raytheon Technologies tendrán prohibido participar en actividades de importación y exportación relacionadas con China, así como realizar nuevas inversiones en esa nación.
Por otro lado, el comunicado detalla que "se le desaprueba y cancela" el permiso de trabajo, estadía y calificación de residencia al personal de alta dirección de ambas compañías, que no podrán ingresar a China.
Finalmente, se les impone una multa por un valor que duplica la cantidad implicada en el contrato de venta de armamento a la isla asiática, cuyo pago tendrá que efectuarse en un plazo de quince días. En caso de no realizarse, se impondrán sanciones económicas adicionales y otras medidas de conformidad con la ley.
Misiles Patriot
En diciembre, se supo que Washington le había propuesto a Taiwán la venta de cien de sus más avanzados misiles de defensa aérea Patriot por 882 millones de dólares para "mejorar su capacidad de defensa antimisiles, defender su integridad territorial y disuadir las amenazas a la estabilidad regional".
El presidente de EE.UU., Joe Biden, se ha comprometido a ayudar a defender la isla en caso de un conflicto militar con China. No obstante, el mandatario destacó que su país "no alienta a Taiwán a independizarse de China", aunque agregó que, de todos modos, "Taiwán hace sus propios juicios sobre su independencia".
La mayoría de los países del mundo, incluida Rusia, reconocen a Taiwán como parte integrante de la República Popular China.
Pekín, que se opone a los contactos oficiales de otros países con las autoridades de Taipéi, insiste en que cualquier negociación con la isla que pase por encima del Gobierno central viola el principio clave de su política de una sola China y las disposiciones de los tres comunicados conjuntos entre China y EE.UU.
Por su parte, Washington no reconoce formalmente a Taiwán —que se autogobierna desde 1949 con una administración propia—, pero mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener con ella relaciones especiales, incluyendo la venta de armas.