El futbolista brasileño Dani Alves, acusado de agredir sexualmente a una joven en una discoteca, habría dicho a su esposa, la modelo Joana Sanz, que no recuerda nada de la noche de la presunta agresión debido a que había bebido demasiado, según medios locales.
Tras el escándalo por el incidente, Alves habría llamado a Joana Sanz hasta en dos ocasiones para asegurarle que "no recuerda nada" de aquella noche porque estaba "muy borracho".
Según la versión de la víctima, fue a la discoteca el pasado 30 de diciembre en Barcelona (Cataluña, España) con una amiga y su prima, donde conocieron a unos chicos mexicanos que les invitaron a ir a la zona VIP y que, una vez allí, les pidieron que se sentaran en una mesa donde estaba Alves. Según su testimonio, desconocía que se trataba de un futbolista famoso.
Luego la invitó a pasar al baño, y cuando entraron, le dijo que no podía marcharse, la forzó para que le practicara una felación y le dio bofetadas. Acto seguido, la penetró "de manera violenta" hasta eyacular y se fue. Sin embargo, cuando los amigos de la víctima alertaron al personal de seguridad y llegó un equipo de la Policía catalana, Alves ya se había ido del lugar.
Después de que se presentó la denuncia, el jugador aseguró que no conoce a la joven. "Lo siento mucho, pero no sé quién es esa señorita, no la he visto nunca en mi vida. No sé su nombre, no la conozco", declaró.
Las últimas semanas no han sido fáciles para la modelo Joana Sanz por la muerte de su madre y la detención de su marido. No obstante, la joven decidió centrarse en su carrera profesional y reaparecerá en la pasarela el próximo 18 de febrero en la Mercedes Benz Fashion Week, informa el canal español Telecinco.