El Gobierno de España reconoce que se han destruido 6.070.642 dosis de vacunas contra el coronavirus porque se pasó su fecha de caducidad. Así lo manifestó en una respuesta por escrito a una pregunta parlamentaria a la que tuvo acceso VozPópuli.
Las dosis destruidas incluyen las cuatro marcas que se han comercializado en el país: 2.003.425 dosis de Moderna, 1.170.100 dosis de Aztrazeneca, 620.635 dosis de Jansenn y 2.276.482 dosis de Pfizer.
El Ejecutivo manifiesta que "el proceso de destrucción de las vacunas caducadas forma parte del desarrollo normal de gestión de productos farmacéuticos" y relata que es llevado a cabo por las entidades designadas por las Consejerías de Sanidad de cada Comunidad Autónoma.
Una pérdida de 93 millones de euros
Si bien el Gobierno español explica que "el coste de adquisición de las vacunas está sujeto a confidencialidad", los precios revelados hace algún tiempo por Financial Times permiten estimar que las vacunas destruidas tienen un valor de alrededor de 93 millones de euros.
Además, en la respuesta emitida por el Gobierno, fechada el 30 de enero, se informa de que otras 256.230 dosis de Pfizer caducaron en el mes de noviembre y se encuentran pendientes de su eliminación, lo que elevaría la factura en otros 5 millones de euros, aproximadamente.
La clave: la dosis de recuerdo
El motivo de la descoordinación entre el número de dosis adquiridas y las finalmente utilizadas se relaciona con el bajo éxito de la campaña de vacunación con las dosis de recuerdo. Si el 92 % de los españoles se apresuraron a inocularse las dos primeras dosis, tan solo el 55,9 % de la población se ha inyectado la tercera. En el caso de la cuarta dosis, alcanza únicamente al 59,2 % de los mayores de 60 años.
A pesar de que las dosis de refuerzo no tienen una demanda tan alta como la que se esperaba y la pandemia se encuentra en una fase controlada, el Ejecutivo español ha destinado este 2023 una partida presupuestaria de 1.116 millones de euros para comprar nuevas dosis de estos fármacos.