Empresas de construcción de todo el mundo tienen la vista puesta en la reconstrucción de Ucrania una vez acabe el conflicto, informa el diario estadounidense The New York Times.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ya expresó en octubre que la reconstrucción económica de Ucrania es "una tarea de generaciones que debe comenzar ahora". Scholz instó a crear "un nuevo plan Marshall del siglo XXI", en alusión al programa lanzado por EE.UU. para reconstruir los países europeos tras la Segunda Guerra Mundial. Esta misión "requerirá la fuerza combinada de toda la comunidad internacional", indicó, al tiempo que subrayó la necesidad de no centrarse solo en construir lo que fue el país, sino también "en lo que puede ser".
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó de "asombrosa" la magnitud de la destrucción en el país y dijo que el Banco Mundial estima los daños en 350.000 millones de euros (375.000 millones de dólares).
Mientras, The New York Times escribe que las primeras estimaciones del coste de la reconstrucción de la infraestructura ucraniana oscilan entre 138.000 y 750.000 millones de dólares. "La perspectiva de recibir estos fondos es inspiradora" para muchas compañías, escribe el periódico.
Solo quieren vender algo
Timoféy Milovánov, ex ministro de Economía de Ucrania, expresó al diario que "muchas empresas están empezando a tomar posiciones para estar preparadas y tener cierto historial para el momento en que llegará la financiación de la reconstrucción". Según el experto, "habrá mucha financiación de todo el mundo" y los negocios quieren "formar parte de eso".
Así, más de 300 empresas participaron esta semana en Varsovia (Polonia) en la exposición y conferencia comercial Rebuild Ukraine (Reconstruir Ucrania, en español), mientras el pasado diciembre más de 700 empresas francesas se reunieron en una conferencia organizada por el presidente Emmanuel Macron, recuerda el diario.
Serguéi Tsivkach, director ejecutivo de UkraineInvest, oficina gubernamental ucraniana dedicada a atraer inversiones extranjeras, celebró el interés de las compañías, si bien que subrayó que una cosa es "invertir su propio dinero" y otra "vender servicios o bienes". En este sentido, lamentó que la mayoría de las empresas solo quieren vender algo.
¿Quién invertirá?
Los Gobiernos de los países que previsiblemente contribuirán a la reconstrucción de Ucrania están ofreciendo ayuda financiera a las empresas nacionales, indica el medio. En concreto, Alemania anunció la creación de un fondo para garantizar las inversiones, mientras que Francia ofrecerá garantías estatales a las compañías que realicen futuros trabajos en Ucrania.
Por su parte, las empresas de capital riesgo, incluidas las de Wall Street, también tienen un ojo puesto en las oportunidades de negocio en Ucrania. Así, el pasado noviembre, el Ministerio de Economía de Ucrania y BlackRock Financial Markets Advisory firmaron un acuerdo por el que la compañía se compromete a proporcionar "asesoramiento para diseñar un marco de inversión con el objetivo de crear oportunidades para que los inversores públicos y privados participen en la futura reconstrucción y recuperación de la economía ucraniana".
El mismo mes, Fortescue Metals Group anunció una inversión inicial de 500 millones de dólares, procedentes de su propio fondo de capital riesgo, en un nuevo fondo de dinero creado para proyectos de reconstrucción en Ucrania. El fondo se gestionaría con BlackRock y pretende recaudar al menos 25.000 millones de dólares de fondos soberanos controlados por gobiernos nacionales e inversores privados de todo el mundo para acometer inversiones en energías limpias en zonas afectadas por los combates.
Según New York Post, el banco de inversión Goldman Sachs también está sopesando las oportunidades para participar en la reconstrucción de Ucrania.
¿Otros inversores?
Además, la semana pasada, Fox Business reportó que el banco estadounidense JP Morgan ha firmado un memorando de entendimiento con el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, con el objetivo de atraer capital privado para un nuevo fondo de inversión destinado a reconstruir las infraestructuras del país eslavo.
Los banqueros de JP Morgan se reunieron con Zelenski y su equipo directivo en Ucrania, donde debatieron la creación de un fondo dotado con entre 20.000 y 30.000 millones de dólares de capital privado, señalaron las fuentes familiarizadas con el asunto.
Entre otras cosas, los informantes indicaron que en las reuniones también se abordó la creación de un banco administrado por empresas de Wall Street que invertiría en refinerías de petróleo, carreteras, puentes y otras infraestructuras económicas de Ucrania.
¿Confiscar activos a Rusia?
Paralelamente, el comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, compartió otra variante de financiación de la reconstrucción de Ucrania y estimó que Rusia debería participar en el proceso. Según Reynders, los activos congelados del Banco Central de Rusia pueden ser retenidos como "garantía" hasta que Moscú acepte participar en la recuperación económica de Ucrania.
Sin embargo, muchos políticos occidentales se mostraron más radicales en lo que se refiere a los activos rusos congelados. Ya en octubre, von der Leyen declaró que la UE aspira a confiscar los activos rusos y no solo a congelarlos para, de esa forma, ayudar a Kiev en los esfuerzos de restauración.
En enero, Bloomberg reportó, citando fuentes familiarizadas con el asunto, que el bloque comunitario ve base legal para entregar a Ucrania activos congelados del Banco Central ruso. Según el servicio legal del bloque, este plan es legalmente factible, siempre que los activos no sean expropiados y se cumplan ciertas condiciones, entre las que figuran un mecanismo temporal para utilizar esos fondos, un enfoque centrado en los activos líquidos y la claridad de que el capital y los intereses les serán devueltos a Rusia en algún momento.
Según la agencia, las discusiones sobre esta propuesta controvertida se encuentran en una etapa muy preliminar. Además, algunos funcionarios están preocupados por el precedente que podría crearse con tales acciones, añade Bloomberg.
Por su parte, desde Moscú aseguraron que tomarán represalias contra la posible decisión de la UE de confiscar activos rusos en favor de Ucrania, en caso de que fuera necesario. En particular, el viceministro ruso de Exteriores, Alexánder Grushkó, resaltó que "lo que hacen en la UE es totalmente ilegal" y que "muchos países tienen dudas sobre el éxito y la conformidad con las normas internacionales de esta medida [la incautación de los activos rusos en favor de Kiev]".
Mientras tanto, Washington ya ha empezado a poner el plan en práctica. De hecho, el fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, anunció a primeros de febrero la primera transferencia a Ucrania de activos confiscados a un empresario ruso. Se trata de de 5,4 millones de dólares de la cuenta bancaria del empresario ruso Konstantín Maloféyev que se usarán para la reconstrucción del país.