El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, anunció este lunes en una rueda de prensa que, en una reunión con Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, pidió a Pekín que no suministrara armas a Moscú, señalando que de este modo China podría cruzar una "línea roja" para Europa.
"Le expresé nuestra gran preocupación por el hecho de que China suministrara armas a Rusia. Le pedí que no lo hiciera. No solo le expresé nuestra preocupación, sino el hecho de que para nosotros sería una línea roja en nuestra relación", declaró Borrell a los periodistas al margen de una reunión de ministros de Exteriores de la UE celebrada esta misma jornada en Bruselas.
El jefe de la diplomacia europea subrayó que Wang le había asegurado que China no tiene planes de enviar armas a Rusia, pese a lo cual, según Borrell, la UE se mantendría "vigilante".
La semana pasada, la representante estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, afirmó en una entrevista con la CNN que China o cualquier país que proporcionara "apoyo letal a los rusos" cruzaría "una línea roja". El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en una reunión con Wang al margen de la Conferencia de Seguridad en Múnich, también advirtió a Pekín de "las implicaciones y consecuencias de que China proporcione apoyo material a Rusia o ayude a este país a evadir sistemáticamente las sanciones".
"No aceptamos que EE.UU. señale con el dedo o incluso coaccione las relaciones entre China y Rusia", sostuvo el Ministerio de Asuntos Exteriores de China en un comunicado, en respuesta a los comentarios de los políticos estadounidenses.