China insta a que se deje de promocionar que "la Ucrania de hoy es el Taiwán de mañana"

China seguirá promoviendo las conversaciones de paz, "aportando sus ideas para una solución política" del conflicto ucraniano, pero al mismo tiempo insta a poner fin a establecer paralelismos entre Ucrania y Taiwán. Esto supone una grave amenaza para la soberanía y la seguridad del país asiático, declaró este martes el ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang.

Al presentar el documento de la nueva Iniciativa Global de Seguridad desarrollada por China, el alto funcionario subrayó que Pekín "está profundamente preocupado por la escalada del conflicto ucraniano" y su posible descontrol. También afirmó que el país "cree en la promoción de la paz mediante el diálogo", por lo que, "guiado por su énfasis en abordar tanto los síntomas como las causas profundas, pide a las partes implicadas que lleguen a un acuerdo y persigan la equidad y la justicia".

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"Al mismo tiempo, instamos a algunos países a que dejen inmediatamente de avivar el fuego, dejen de echar la culpa a China y dejen de promocionar que 'la Ucrania de hoy es el Taiwán de mañana'", afirmó Qin.

Señaló que los intentos externos de contener China siguen intensificándose, lo que supone una grave amenaza para la soberanía y la seguridad del país. "Estamos firmemente en contra de cualquier forma de hegemonismo y política de poder, en contra de la mentalidad de la Guerra Fría y de la confrontación en bloque, y en contra de cualquier interferencia extranjera en los asuntos internos de China. Defenderemos resueltamente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China, así como la equidad y la justicia internacionales", concluyó.

• Taiwán se autogobierna con una administración propia desde 1949. Desde entonces, ha conservado la bandera y algunos otros atributos de la antigua República de China que existían en la parte continental antes de que los comunistas llegaran al poder. Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio y la mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen la isla como parte integral de la República Popular China.