El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó este martes que el principal propósito de Rusia en la arena mundial consiste en defender su propio hogar, al mismo tiempo que Occidente solo busca obtener un dominio total a nivel internacional.
"Mientras protegemos la vida de las personas, nuestra propia casa, el objetivo de Occidente es el poder ilimitado", aseguró el mandatario durante su discurso anual ante la Duma Estatal y el Consejo de la Federación, las dos cámaras de la Asamblea Federal (Parlamento ruso).
"Ya ha gastado más de 150.000 millones de dólares en complacer y armar al régimen de Kiev. En comparación, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, los países del G7 gastaron unos 60.000 millones de dólares en 2020 y 2021 para ayudar a los países más pobres del mundo", explicó.
"¿Entienden? Para la guerra 150.000 millones, y para los países más pobres, de los que supuestamente se preocupan siempre, 60.000 millones", reiteró Putin, agregando que además, a los países que reciben el dinero se les exige "la obediencia" a cambio.
Putin recordó que "hace un año, con el fin de proteger a las personas en nuestras tierras históricas, para garantizar la seguridad de nuestro país, para eliminar la amenaza que representa el régimen neonazi que surgió en Ucrania después del golpe de 2014, se tomó la decisión de realizar una operación militar especial".
El líder ruso subrayó que "paso a paso, cuidadosa y consistentemente" todos los objetivos del operativo serán alcanzados.
"Desde 2014, Donbass luchó por el derecho de vivir en su suelo, hablar su lengua materna. Luchó y no se rindió bajo el bloqueo, los bombardeos constantes y el odio abierto del régimen de Kiev, creyó y espero que Rusia llegara al rescate", comunicó.
Según el mandatario, los individuos que dirigían ataques contra Donbass tenían previsto convertir a Crimea y Sebastopol, tierras que forman parte de Rusia, en los siguientes blancos.
"Aquellos que planearon un nuevo ataque contra Donetsk y Donbass, contra Lugansk, entendían claramente que el próximo objetivo era un ataque contra Crimea y Sebastopol, y lo sabíamos y entendíamos", subrayó haciendo hincapié en que a día de hoy, Kiev ya habla abiertamente de tales planes.
Putin aseguró, en su discurso, que cuanto más largo sea el alcance de las armas que Occidente entrega a Ucrania, a más distancia Rusia tendrá que "empujar la amenaza" de sus fronteras. "Es algo natural", reiteró.
Al mismo tiempo, el líder ruso aseguró que Moscú no únicamente se preocupa por el bienestar de su propio Estado, sino que también rechaza categóricamente la idea de cualquier división de países por su estatus, prometiendo que Rusia no dejará de oponerse a este concepto.
"Defendemos firmemente no solo nuestros intereses, sino también nuestra posición de que en el mundo moderno no debe haber división en los llamados países civilizados y todos lo demás", declaró el presidente. "Necesitamos una asociación honesta, que en principio niegue cualquier exclusividad, sobre todo la agresiva", agregó.