Los reguladores chinos prohibieron a las principales empresas tecnológicas del país ofrecer los servicios del chatbot ChatGPT en medio de las crecientes preocupaciones por parte de Pekín de que la inteligencia artificial pueda ofrecer respuestas sin censura a las consultas de los usuarios, reporta Nikkei citando a fuentes familiarizadas con el asunto.
De acuerdo con el medio, las compañías Tencent Holdings y Ant Group, la filial 'fintech' de Alibaba Group Holding, ya han recibido la orden de no proporcionar acceso a ChatGPT en sus plataformas, ya sea directamente o a través de terceros. Al mismo tiempo, las firmas también deben informar a las autoridades antes de lanzar su propio chat bot de inteligencia artificial.
A pesar de que ChatGPT no esté disponible en China de manera oficial, algunos usuarios han podido acceder a su servicio mediante VPN o a través de programas que encontraban en la red social WeChat, propiedad de Tencent. De ese modo, la compañía se vio obligada a eliminar dichos servicios, independientemente de si realmente estaban conectados a ChatGPT o eran imitaciones.
La medida ha sido introducida en el país debido al temor de las autoridades chinas a que el contenido ofrecido por el bot no haya sido censurado previamente y pueda violar las leyes vigentes. Según el medio de comunicación estatal China Daily, dicha tecnología "podría ayudar al Gobierno de EE.UU. en su difusión de desinformación y su manipulación de narrativas globales para sus propios intereses geopolíticos".
"Nuestro entendimiento desde el principio es que ChatGPT nunca puede ingresar a China debido a problemas con la censura, y China necesitará sus propias versiones de ChatGPT", afirmó un ejecutivo de una de las principales empresas tecnológicas, que quiso preservar su anonimato.
Sus palabras fueron respaldadas por un directivo de otra compañía del mismo sector, quien directamente aseguró que su firma no proporcionaría ese servicio ni siquiera si estuviera permitido. "Ya hemos sido objetivo del regulador chino, por lo que, incluso si no existiera tal prohibición, nunca tomaríamos la iniciativa de agregar a ChatGPT a nuestras plataformas porque sus respuestas son incontrolables", afirmó.
"Inevitablemente, habrá algunos usuarios que le hagan preguntas políticamente delicadas al chatbot, pero la plataforma será responsable de los resultados", concluyó.