Nuevas protestas masivas se produjeron este sábado en Israel contra la controvertida reforma judicial destinada a limitar severamente los poderes del Tribunal Supremo, propuesta por el gobierno del nuevo primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, informa The Times of Israel.
Los organizadores de las manifestaciones calculan que unas 300.000 personas salieron a las calles de Israel este sábado: de ellas, entre 130.000 y 160.000, en Tel Aviv, alrededor de 30.000 en Haifa y decenas de miles más en otras ciudades del país, siendo las protestas más masivas contra la reforma celebradas hasta ahora.
La Policía anunció que 21 manifestantes fueron detenidos en la autopista Ayalon, una vía principal que atraviesa Tel Aviv, tras tratar de bloquearla. Tras enfrentamientos entre manifestantes y policías, varios oficiales resultaron levemente heridos, incluyendo dos que fueron mordidos, informó la Policía.
No es la primera protesta en contra la reforma. Desde mediados de enero, decenas de miles de personas tomaron en reiteradas ocasiones las calles de varias urbes para expresar su descontento con las políticas del Gobierno. Las próximas protestas a escala nacional están previstas para el próximo miércoles.
Los líderes israelíes se pronuncian sobre las protestas
Netanyahu calificó las protestas de "anarquía" y llamó a los líderes de la oposición, Yair Lapid y Benny Gantz, a no cooperar con los manifestantes y, en su lugar, entablar inmediatamente "un diálogo serio por el bien de los ciudadanos de Israel y del Estado de Israel". "La hipocresía e irresponsabilidad de los medios de comunicación y de los líderes de la oposición es un pozo sin fondo. Su objetivo es crear anarquía en el Estado de Israel y dañar su economía para lograr las sextas elecciones", destacó Netanyahu en su cuenta de Twitter.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, al igual que Netanyahu, pidió a los líderes de la oposición que "condenen inmediatamente el motín anárquico y la incitación". Además, Gvir acusó a los manifestantes de "alboroto ilegal" y subrayó que los hechos "demuestran que se trata de una protesta de anarquistas".
Por su parte, el ex primer ministro, Ehud Barak, tachó el plan de revisión judicial de "asesinato de la Declaración de Independencia, que convertirá a Israel en una dictadura" y describió la actual situación en Israel como "la peor crisis desde la formación del Estado".
"No permitiremos que destruyan la democracia israelí y no tenemos intención de callarnos ante su venenosa incitación", escribió uno de los líderes de la oposición, Yair Lapid, en su cuenta de Twitter, dirigiéndose a Netanyahu.