En un estudio multidisciplinario internacional, dirigido por la Universidad McMaster (Canadá), se examinaron cientos de dientes humanos antiguos de Dinamarca para encontrar respuestas sobre la llegada, persistencia y propagación de la peste negra en la región de Escandinavia. Se reconstruyeron los genomas de 'Yersinia pestis', la bacteria responsable de la plaga, y demostraron que se reintrodujo varias veces en la población danesa desde otras partes de Europa con efectos devastadores. Constituye el primer estudio centrado en una sola región entre los años 1000 y 1800.
¿Por qué en los dientes?
"Sabemos que los brotes de peste en toda Europa continuaron en oleadas durante aproximadamente 500 años, pero los archivos históricos documentan muy poco sobre su propagación en Dinamarca", comenta Ravneet Sidhu, del Centro de ADN antiguo de McMaster y uno de los autores principales del estudio. En las muestras de 300 individuos, provenientes de 13 sitios arqueológicos de todo el país, se encontró ADN de 'Yersinia pestis' en los dientes de 13 personas. Los dientes pueden preservar durante siglos los rastros de infecciones contenidas en la sangre. Nueve de esas muestras proporcionaron una valiosa información genética.
Su análisis reveló que las secuencias danesas de 'Yersinia pestis' se entremezclaron con cepas medievales y modernas tempranas de otros países europeos, incluida la región del Báltico y Rusia, en lugar de provenir de un solo grupo que resurgió de reservorios naturales a lo largo de los siglos. El estudio se publicó este viernes en Current Biology.
Los alcances del estudio
"La alta frecuencia de reintroducción de Y. pestis en las comunidades danesas es consistente con la suposición de que la mayoría de las muertes en el período se debieron a patógenos recién introducidos. Esta asociación entre la introducción de patógenos y la mortalidad ilumina aspectos esenciales de la evolución demográfica, no solo en Dinamarca, sino en todo el continente europeo", explicó Jesper L. Boldsen, de la Universidad del Sur de Dinamarca.
"La evidencia de la peste en Dinamarca, tanto histórica como arqueológica, ha sido mucho más escasa que en otras regiones, como Inglaterra e Italia. Este estudio identificó la peste por primera vez en la Dinamarca medieval, lo que nos permite conectar la experiencia en Dinamarca a patrones de enfermedades en otros lugares", subrayó Julia Gamble, coautora del estudio y profesora en la Universidad de Manitoba (Canadá).
"Los resultados revelan nuevas conexiones entre las experiencias pasadas y presentes de la peste, y se suman a nuestra comprensión de la distribución, los patrones y la virulencia de las enfermedades reemergentes", sostiene Hendrik Poinar, autor principal del artículo. "Podemos usar este estudio y los métodos que empleamos para el estudio de futuras pandemias", concluyó.