John Kerry visita Brasil para acercar posturas sobre la crisis climática
El enviado presidencial especial para el Clima de EE.UU., John Kerry, se encuentra en Brasil de visita oficial para impulsar el grupo de trabajo bilateral sobre cambio climático, relanzado hace dos semanas en el encuentro entre el mandatario estadounidense, Joe Biden, y su par suramericano, Luiz Inácio Lula da Silva.
Kerry llegó al país el pasado domingo y prevé reunirse en Brasilia con funcionarios de alto rango del Gobierno brasileño, representantes del Congreso y líderes de la sociedad civil, según informó el Departamento de Estado.
Los principales temas de estos encuentros serán la lucha contra la crisis climática, el freno y la reversión de la deforestación, el avance de la transición hacia energías limpias y la construcción de una bioeconomía fuerte.
Durante la mañana de este lunes, Kerry se reunirá en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, con la ministra de Medioambiente y Cambios Climáticos de Brasil, Marina Silva; con el vicepresidente y ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, Gerardo Alckmin; y con la secretaria general del recinto, la embajadora Maria Laura da Rocha.
Durante su estancia de dos días, el asesor especial de EE.UU. también se reunirá con la ministra de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara; con el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco; y con el titular del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Aloizio Mercadante, según recoge la prensa nacional.
Fondo Amazonía
Uno de los objetivos de Brasil en este relanzamientos de relaciones bilaterales sobre medioambiente es que EE.UU. se incorpore al Fondo Amazonía, instituido por Lula durante su segundo mandato, en 2009, y que el Gobierno del expresidente Jair Bolsonaro desactivó en 2019, cuando se decidió a dar un mayor impulso a actividades extractivas, como la minería.
En este nuevo mandato, Lula reactivó este instrumento el primer día de su mandato, el 1 de enero. Cuenta con fondos provenientes de Noruega y Alemania, dedicados a financiar acciones destinadas a frenar la deforestación del Amazonas.
Está dotado de unos 1.000 millones de dólares y la intención de Lula es atraer a este Fondo a otras grandes potencias, como EE.UU. o Francia. La idea inicial sería que Washington hiciera una primera aportación de 50 millones de dólares.